El presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, informó que solicitará el apoyo de la federación para que se renueve el convenio de colaboración y que los elementos de la Gendarmería continúen colaborando en el blindaje de la capital michoacana.
Afirmó que su administración “sin regateos y sin escatimar nada”, colaborará en lo necesario para el mantenimiento de los elementos de la Policía Federal adscritos a la Gendarmería y a los de la Policía Militar, para que sus unidades se mantengan operando en Morelia.
Cuestionado sobre el tema, el jefe de la comuna en Morelia declinó comentar el monto de los recursos que eroga el municipio para el mantenimiento de ambas unidades policiacas en Morelia, como son los gastos de combustibles.
La Gendarmería de la Policía Federal se quedará en Morelia, pues se coordinan los tres niveles de gobierno para mantener la seguridad en la capital, así lo informó, por su parte Jesús Ávalos Plata, secretario del Ayuntamiento, luego de las pláticas intergubernamentales por la ola de violencia que se presentó en últimos días.
Argumentó que el presupuesto para la nómina de los elementos de seguridad estará incluido en el paquete económico de 2017, sin verse afectado.
En complemento el tesorero municipal Alberto Guzmán refirió que el aumento de gendarmes será de 320 a 400, mientras que el Ayuntamiento tendrá que erogar alrededor de 7 millones mensuales en 2017 para el pago de sus salarios.
Informó que para la “Noche Moreliana” se coordinará para que se mantenga la seguridad, por lo que se buscará incrementar el número de elementos de la Gendarmería, aunque el número se definirá en próximas fechas.
Como se recordará, desde su arribo a Morelia la Gendarmería ha sido cuestionada por su ineficacia y por no salir prácticamente para nada de la Zona Centro de la ciudad. Paseándose cual Chulos. Y derivando cualesquier situación que se presente a la Policía Municipal, como primer respondiente.
El que no ha dicho “esta boca es mía”, es el flamante Comisionado de la Unidad Morelia de la Policía Michoacán, Bernardo León Olea, alias el Hippe. Ni tampoco “la letruda” Comisaria Isabel Maldonado.
A estos personajes dizque funcionarios de la capital michoacana les falta mucho seso, para tomar decisiones, además que se su ignorancia e ineficiencia, es lo que ha hecho que se haya incentivado la ola de violencia. Le han fallado a la ciudad. Y ello los lleva a pedir con desesperación que la Gendarmería y la Policía Militar vengan en apoyo. Craso error, por lo siguiente:
¿Por qué un militar no debería de estar al frente de un Cuerpo de Seguridad Pública?
Empecemos con la definición que enuncia la Secretaría de Educación Pública:
“El Sistema Educativo Militar es el conjunto de Instituciones que imparten conocimientos castrenses de distintos propósitos, tipos, niveles y modalidades, condicionados a una filosofía, doctrina propias del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.”
Por lo anterior, nos damos cuenta que la formación militar es reactiva y encaminada a la guerra o bien para defender la soberanía del país.
Esta actividad y apreciación es de manifiesto por parte de algunos Mandos Militares que lo expresaron en una entrevista para el Periódico la Jornada, en Abril 2010.
“El Ejército no fue creado ni se le entrena para combatir a la delincuencia común, y el crimen organizado se está convirtiendo en delincuencia común.”
“En la jerarquía castrense, los soldados son adiestrados de manera distinta a los policías y su preparación es para el ataque y no para la disuasión”.
Y esto deriva a que el Militar elabora estrategias de acción coherentes con su formación. Si llegase a pasar un evento desafortunado a consecuencia de alguna estrategia militar aplicada al ámbito policíaco tenemos que no podrá ser juzgado por civiles; Mientras que los elementos operativos (policías) si podrán tener responsabilidades civiles y penales.
Pero nos siguen haciendo creer que los militares son los mejores por su apreciación de que constantemente están en uso de las armas, cuando podemos darnos cuenta, que muchos militares no están tan preparados para el uso de las armas en condiciones adversas de peligro, sobre todo en situaciones de enfrentamientos instantáneos como acostumbra atacar la delincuencia organizada.
Para la formación de un verdadero policía, se requiere que este en primer lugar aparente físicamente ser policía, ingresar a la academia con un nivel mínimo de Bachillerato para que inicie después de su examen de control de confianza, con el nivel de formación señalado en el Plan Rector de Profesionalización, posteriormente después de egresar y tener la experiencia regresar a Formación continua, regresar a las operaciones para aplicar sus conocimientos y madurar su función, para después ingresar al Nivel de especialización y/o de Técnico Superior Universitario con una definición de su vocación a la rama de la criminalística y criminología.
“Reunir la fuerza requerida en el punto, con la menor exposición al peligro”. Esta estrategia solo la saben hacer los policías.
Laborissmo seguirá informando…