LABORISSMO
“Por la mejora en el ámbito del trabajo”
El periodismo actual se enfrenta a una nueva realidad informativa. La concepción de los medios de comunicación como el principal elemento a la hora de transferir status social o la entrada de nuevas tecnologías, con Internet a la cabeza, hacen que la figura del informador esté obligada a evolucionar para no difuminarse.
Los medios de comunicación de masas confieren un status social, la gente quiere salir en los medios para existir socialmente. La consecuencia fundamental de ello es el creciente peso de los gabinetes de prensa, las direcciones de comunicación etc… Toda su actuación se limita a conseguir que su representado, ya sea un grupo político, una gran firma comercial. La imagen social pasa a ser una clave más del éxito.
Las redacciones de los periódicos se llenan de convocatorias de prensa y de noticias precocinadas que facilitan de tal modo la labor del periodista que lo hacen desaparecer. La necesidad de estos grupos de aparecer en los medios les convierte en fuente de actualidad, ante la pasividad del periodista y la indiferencia de la sociedad. La noticia se transforma en mercancía y utiliza a los periodistas para introducirse en la realidad social, con el peligro que eso conlleva. Ante ello el periodista actual debe rebelarse aparcando la actualidad teledirigida en favor de aquella información que realmente se encuentra dentro del interés general. Y es que existe el peligro de desechar información surgida de forma espontánea por el mero hecho de no estar en el orden del día, y lo que es peor abandonar la función social del periodismo negando la voz a aquellos colectivos que no tienen el suficiente peso o no disponen de un hábil jefe de prensa que aproveche los huecos de este mercadeo de la información.
El periodista actual debe tener presente que toda evolución a la que se vea avocado debe tener como principio fundamental la de preservar la función del periodismo ya que lo único que ha cambiado es la forma en que la información aparece ante él. Sus intereses no son los mismos que los que mueven a los gabinetes de prensa.