A 20 minutos de la ciudad de Morelia, Michoacán, existe un pueblo que es famoso por sus increíbles diseños de alfarería punteada y de loza tradicional en tonos verdes. Pero sobre todo porque ha materializado en barro al personaje creado por José Guadalupe Posada: La Catrina.

Si viajas a Morelia, destina uno de los días a visitar los talleres de barro de CapulaTe encantará estar rodeado de todas esas maravillosas piezas únicas que verás. Para llegar aquí no hay pierde, toma la carretera libre hacia Pátzcuaro y 20 km después una elegante Catrina Monumental será la señal de que has llegado al lugar indicado.

Así como comiences a recorrer Capula, irán apareciendo las distintas tiendas y talleres familiares que han sido pintados de colores recientemente. Te transmitirán ganas de comenzar a explorarlos todos.

La tradición de la alfarería en Capula como oficio inicia con el obispo Vasco de Quiroga. Él enseñó a los pobladores la elaboración de estas artesanías, fusionando la técnica española con la indígena, estilo que ha perdurado hasta nuestros días.

Reinaldo Arias de la Cruz, es uno de los creadores de Catrinas, desde hace más de veinte años, al igual que hace cazuelas y ollas, desde hace más de cuarenta años, es su único ingreso, se encuentra preocupado por la situación económica que atraviesa el  país por la pandemia.

Es una empresa familiar que junto con su esposa Evelia Martínez Aguilar, sus seis hijos y cinco nietos realizan día con día, unos hacen, otros hornean, otros decoran, en el conocido Barrio de San Francisco, en el que dicen que se apareció la virgen y por eso se consagró una ermita.

A sus 64 años Don Reinaldo, se entusiasma con sus creaciones, se siente orgulloso de que dicho arte lo haya mantenido a él y a su familia y que haya dado fruto a hijos músicos, como Ana Laura que canta en el coro de Santiago Apóstol y en el grupo Xenguaro y Eduardo quien toca el trombón en la orquesta sinfónica de Michoacán (OSIDEM).

Laborissmo seguirá infomando