Día Internacional de la Mujer.

Opinión, Daniela Fuentes.

Empiezo compartiendo que agradezco infinitamente a todas las mujeres que han luchado por la igualdad y obtención de diversos derechos como lo son el derecho a la educación, al voto, entre muchos otros. Dichas mujeres son un ejemplo de fortaleza y perseverancia.

No obstante, mi opinión difiere de la “tendencia” de este movimiento de mujeres, en relación al cómo se lleva a cabo, ya que el VANDALISMO es parte esencial de estos, (evidentemente, efectuado por sólo algunas mujeres), así es que las siguientes líneas son para redactar mi perspectiva personal como MUJER (por lo que ciertamente, no estoy en contra de mi propio género).

Ahora bien, es de destacar que la forma en que se está llevando a cabo este movimiento, en mi parecer, y en el de mucha gente, no es la correcta. Si bien la libertad de expresión y el derecho de manifestación están ambos previstos por nuestra Constitución, es menester destacar que el vandalismo que últimamente los acompaña, no lo está. De hecho, esta conducta está prevista en el ordenamiento penal como un DELITO.

Este discurso de dividirnos como “hombres malos” y ”mujeres buenas” es completamente infundado y erróneo. Considero que la división social nunca será fructífera y menos si se trata de géneros, dejemos de creer que merecemos más por ser mujeres. Gracias a Dios, tengo un padre, hermanos, y un novio colmados de valores, por lo que no es viable generalizar, ya que así como ellos, existe una infinita cantidad de hombres honorables que no merecen las faltas de respeto que reciben de algunas de ustedes.

Hace 5 días fui operada de emergencia, en la madrugada, comencé con un dolor que por poco me mata. Fui con una doctora y me comentó que mi dolor ya no era una cuestión normal, era un tema de cirugía y cirugía de emergencia. Ella me preguntó si contaba con IMSS o ISSSTE y al decirle que no, me dijo que no me preocupara, que existía el hospital de la mujer y que pese a la hora me podían atender. Mis papás me llevaron lo más rápido que pudieron, y al llegar, un equipo de personal médico me atendió de emergencia, me realizaron estudios y al revisarlos se percataron que lo que me tenía en ese estado, era una apendicitis a tope, al diagnosticarme eso, el doctor me comentó que me tenían que operar ya, y sí, efectivamente, a las 3 de la mañana entré a quirófano. Fui operada por por un equipo de primera, el médico cirujano (que desgraciadamente nunca supe su nombre), los anestesiólogos y demás personal, me atendieron de una manera increíblemente profesional y humana. Posteriormente, estuve internada 2 días con un servicio de enfermeras y enfermeros que parecía que me querían, de tan cálidos y profesionales que son. Gracias a Dios todo salió de maravilla y ahora me encuentro en recuperación en casa. Es por ello que agradezco infinitamente al Hospital de la Mujer, su personal médico y su gran servicio por ayudarme a mi y a tantas mujeres en esos momentos de enfermedad, dolor y desesperación.

Y, ¿por qué digo esto? Porque me quedé pensando que como mujeres tenemos esa otra alternativa, no obstante, los hombres sin IMSS o ISSSTE como era mi caso, ¿a dónde van?, abogo porque haya un hospital especializado para ellos también, imagino tantos accidentes de trabajo de albañiles, carpinteros, electricistas, hombres con enfermedades como cáncer en la próstata, o cualquier hombre que requiera de servicios médicos ya sean de urgencia o de rutina, que no tienen un espacio como nosotras lo tenemos. Ahora bien, es de destacar que, sorpresivamente,
el hospital no nos cobró un solo peso por todos los servicios y medicamentos que me fueron proporcionados.

Dejemos de vernos como enemigos, dejemos de violentarnos unos con otros, el respeto lo merecemos todos seamos hombres o mujeres.
Si queremos mejoras, hagamos propuestas legislativas, propuestas de seguridad, respetemos al resto de la sociedad, dejemos de lado la violencia en cualquiera de sus modalidades, dejemos de vandalizar porque amiga, créeme, si los problemas se resolvieran con grafitis, no habría construcción alguna sin rastros de pintura en el mundo entero.

Aceptemos que hacer eso es solamente crear un mal paralelo al que ya tenemos. El vandalismo tampoco se debe normalizar, sepan que realizar actos violentos nos afecta a todos, a la economía de la ciudad, a los comercios, al turismo… muchas veces las que limpian eso, son señoras de la tercera edad!!!

Unámonos como sociedad, los hombres buenos existen y los que no, que paguen conforme a la ley, esto se trata de erradicar la impunidad, la violencia y también el vandalismo.

¡Conmemoremos este día con honor y con respeto!