Anecdotario/triste
Por: José Antonio Sánchez
Muchos desconocen la palabra “En vida”, y claro que muchos hasta la pronuncian en más de una ocasión; incluso en frases de motivación y si es en redes, ¡wow! Hasta se deslizan como verdaderos seres de luz.
Al grano amigos. Vine a redactar el anecdotario más triste que tuve en mente escribir, y es que palabras bonitas y frases de pésame y demás condolencias cualquiera puede llegar a expresar, pero que realmente sienta lo que dice; es ahí donde está el detalle.
Realmente me caló la noticia de mi amigo Éric Guzmán Chan, hombre común y corriente, entrón, sin pelos en la lengua y muchas veces hasta “cae mal” pero cuando se trataba de ayudar lo hacía sin distingo y con un poquito más: pasión, si esa es la palabra, lo que muchos jamás podrán entender o asimilar.
Este chico me tocó conocerlo como mesero, como vende hamacas, y como colaborador de mi medio impreso que se llamaba “Inter-Diario Voces de la Selva” trabajó conmigo como editor, como reportero y después se independizó con todas las ganas del mundo, sacando a la luz del ciberespacio su: “Noticiero Palencano” noticiero que siempre lo mantuvo al margen de sus compromisos y proyectos propios.
Se que cometió muchos yerros, se que no era monedita de oro y que tenía acentuada sus debilidades, pero aún así “No asimilo su partida” pues dejo en horfandad a dos bellas princesas (sus doncellas, así les decía él). Su ausencia por dos días y después por la eternidad, si que sigue sorprendiendo y en gran manera.
Solo el sabe los motivos y lo demás son solo especulaciones. Lo que si se es que no le sacaba a nada, y que jamás se rajó para trabajar o para los negocios. No permitía dejar sin comer a su familia y siempre dijo estar bendecido con ese núcleo social donde convergieron el, su esposa y sus dos bellas doncellas.
Poco después de la trágica notícia de su partida me enteré que al parecer ya tenía otro romance y que no se mantenia en su casa y su familia, Pero eso es otra historia que no me tocó vivir y no puedo abordar ningun tema sobre ello.
Lo único que sé es que quedó un café pendiente, que faltaron cruzar más palabras y que lo mucho o poco que conviví con el ¡Fue en vida! Y lo que pasó con este triste final ya no me corresponde juzgar o hablar al respecto, simplemente te adelantaste amigo y este anecdotario triste es porque en estas fechas íbamos a tomarnos un café y platicar sobre tus nuevos proyectos, proyectos que no se cumplirán y quedaron cortados de tajo.
Hasta donde estés amigo “Un fraterno abrazo” y si hay chance de tomar café allá por donde estás, cuando te alcance nos lo tomamos y seguiremos con nuestra próxima plática ¡Hasta siempre mi buen cuquita!