MI COLUMNA CULINARIA
Por: Fernando Palacios

Ya iniciada la Semana Santa, quiero compartir con ustedes algunos datos del nombrado “ postre religioso o de vigilia” y para muchas personas, representa la Pasión de Cristo.
La palabra capirotada deriva de “capirote”, que es un gorro alto y puntiagudo que usan ciertos sacerdotes en las procesiones de Semana Santa.

Desde la década de los 40`s, años en los que era conocido, aceptado y consumido el postre, se reconocieron estos simbolismos:

> El pan es el cuerpo de Cristo.
> La miel o el piloncillo derretido sobre el pan significan la dulzura de la sangre de Jesús.
> Los Clavos corresponden a los que fue clavado y las llagas.
> La canela es la santa cruz donde se inmoló el señor por nuestra redención.
> El queso que cubre el pan es el sudario de la Verónica y la sábana santa donde se envolvió a Cristo bajado de la cruz.
* La grajea es un elemento reciente, pero lo relacionan con la alegría de la Pascua y la resurrección que se espera.

En lo particular, una vez probé tan reconocido postre y jamás lo he vuelto a comer. Usted, tal vez, tenga fuerte gusto por la Capirotada. Les dejo sobre la mesa de su hogar un trozo grande de este postre que, conmemora al extraordinario hombre que ha guiado al mundo hace 2025 años con sus enseñanzas, sus milagros, sus ideas y pensamientos, sus palabras y dolorosa (muy dolorosa y cruel) muerte: Jesús.