*NO ES LO MISMO CÓMPLICE QUE GARANTE DE LA JUSTICIA*

Nos vemos en la necesidad de trazar nuevas líneas.


Porque es importante destacar algo que para muchos ha pasado desapercibido:
Bien o mal, se ha reconocido la existencia de candidatos impresentables.
Eso es algo que debemos tomar en cuenta en la decisión, sobre todo de aquellos que no quieren participar en la elección judicial.
Sin embargo, existe también otro aspecto a considerar:
Se quiere aprovechar esta coyuntura -no sabemos si creada intencionalmente por el oficialismo o aprovechada por las circunstancias-, de excluir perfiles de juzgadores que tuvieron que liberar o proteger a delincuentes.
Pero al hacerlo, se deja de lado que existe un principio de presunción de inocencia.
Y, en muchos casos, el motivo que hayan sido liberadas personas que cometieron delitos, es la falta de una adecuada investigación, aportación de datos de prueba o más grave todavía, haber generado condiciones que hiciesen ilegal dicha detención, lo cual sucede desde el manejo que hacen las Fiscalías de dichos asuntos sujetos a su competencia.
No obstante, ¿qué puede hacer un juez si no le aportan los elementos necesarios para procesar o imputar a esa persona que cometió delitos?
En materia penal existe un principio llamado “la teoría del árbol ponzoñoso o envenenado”, en el que se sostiene que, si los datos de prueba o investigación no se realizaron con apego a derecho, eso provoca que todo lo demás carezca de valor.
Ejemplo: una detención en la que no se respetaron las normas establecidas para ello.
O, la obtención de un dato de prueba que NO se obtuvo respetando la “cadena de custodia”.
Todos estos elementos no cuidados por parte de la autoridad investigadora, pueden provocar que el juez, ante un riesgo de afectar los derechos de la persona privada de su libertad, deba liberarla.
Y eso no se da por falta de capacidad del juez, o porque esté coludido con la delincuencia, como erróneamente se pretende hacer creer a la opinión pública.
Aunado a que también aquella persona, si se trata de delitos que no se persiguen por prisión preventiva oficiosa, puedan obtener una suspensión a través del juicio de amparo.
Todo esto, al margen que tampoco debe pasarse por alto que la selección de los candidatos impresentables en materia federal, esto es, de Jueces, Magistrados y Ministros, se llevó a cabo por parte del Poder Legislativo y Ejecutivo. Por lo que, no pueden venir ahora a querer cambiar la jugada señalando al Poder Judicial como responsable de estos hechos.
Pero reiteramos, en un buen primer paso, que se reconozca y se considere impugnar dichas candidaturas por parte del oficialismo ante las instancias electorales.
Y CLARO QUE NADA NOS ENCANTARÍA MÁS QUE SE SUSPENDIERA LA FARSA DE ELECCIÓN JUDICIAL, PERO ¿QUÉ PASA SI ESO NO OCURRE?
Sin embargo, ahora viene la parte que nos toca:
¡Es involucrarnos en lo que está por suceder!
¡La apatía es la que nos tiene en donde estamos como Sociedad Mexicana actualmente!
¿Todavía no logran comprenderlo?
Son los mismos oficialistas quienes con sus acciones de cada día buscan desalentar nuestra participación.
Pero entonces, nosotros simplemente ¿les vamos a abrir nuestras carteras para que nos sigan robando?
¿Eso quieren?
¿Vamos a dejar solos a su suerte a los candidatos que sí pueden hacer la diferencia?
“De ahí entonces nuestro razonamiento:
¿Entonces, debemos dejar solos a quienes quieren hacer una diferencia buscando que sean elegidos cuadros con carrera judicial?
¿De qué vale entonces su esfuerzo por luchar en esta contienda tan desigual?
Es mejor, por ende, ¿dejar que nos impongan a los candidatos que ellos quieran, al fin que de cualquier forma lo harán?
O, ¿resulta saludable pelear esta batalla, aunque sepamos desde el principio que la tenemos perdida? ¿O, será que eso nos quieren hacer creer los oficialistas?
¿Qué pasaría si logramos que queden algunos de los que sí tienen carrera Judicial?
¿No sería más fácil desde adentro, buscar generar un cambio?
O, creen que ¿sería mejor que le quede “la mesa puesta” en todo al oficialismo?…”
El tiempo dirá quién tiene la razón…
Sigamos como siempre, ¡luchando por un México Mejor!
¡Por ese México que anhelamos ver todos!
Uno de Unión, de Solidaridad, de Apoyo Mutuo, de Compromiso, de Entrega y Crecimiento Real.
¡Yo sé que, sí Podemos, ¡si lo Queremos!
¡Gracias!
Atentamente:
Gentleman.