Escandalosa evidencia del trato que el Conservatorio de las Rosas dispensa hacia las mujeres. Ayer apareció una valiente denuncia en las páginas de La Jornada. Las estudiantes del Conservatorio, en concordancia con los tiempos de lucha por el respeto hacia las mujeres, decidieron salir a denunciar diversos actos de violencia por parte de algunos de sus maestros, en la forma de los tendederos que han revolucionado al país en los últimos días.
Pero la política de la institución es represora: la autoridad retiró de inmediato todas las denuncias. Insólito caso que profundiza la violencia, en un gesto de grosero autoritarismo.
Revelan las estudiantes que la psicóloga de la institución, cuando se quejan de acoso, les dice que es por su propia culpa.
Publicamos las notas, que una estudiante logró fotografiar antes de que fueran retiradas de la institución, que “es propiedad privada” (sic). Hablan por sí mismas, sin necesidad de que sea requerida una interpretación de nuestra parte.
Consolidan, en todo caso, la violenta conducta que las autoridades del Conservatorio de las Rosas tienen hacia las mujeres.
Hace unos meses fue despedida la maestra Míriam Pérez Fleitas, sin argumento alguno, luego de trabajar un cuarto de siglo en la institución, y a un par de años de poder jubilarse. La despidieron para eliminar sus derechos.
Y la maestra Mercedes de León, una de las grandes maestras de la institución ha sido víctima de constante acoso laboral. Se ha salvado del despido injustificado gracias al apoyo decidido de sus estudiantes, pero eso no ha cambiado la hostilidad permanente.
Entre las denuncias de acoso aparece Cuauhtemoc Trejo, maestro de la institución y, ni más ni menos, secretario general de su sindicato. ¿Habrá condiciones para que ocurra algo en defensa de los derechos de las mujeres, y del cumplimiento de los mínimos lineamientos de legalidad?
Laborissmo seguirá informando…
