Casi se cumplen 4 quincenas sin pago para los maestros y trabajadores del Conservatorio de las Rosas. Hemos dado seguimiento periodístico a la crisis, que hoy empieza a formularse seriamente sobre si la institución se encuentra en quiebra, y sólo se espera el fin del ciclo escolar para declararlo abiertamente. Hemos dado cabida a todas las voces. La Junta de Gobierno, sin embargo, no ha realizado ninguna declaración ante la más grave crisis en la historia de la institución. No ha querido responder a Laborissmo, ni ante la opinión pública, y lo más grave, ni ante los propios maestros y trabajadores. Hoy publicamos una nueva carta del maestro Raúl Maldonado, que da cuenta de muchas de las circunstancias y detalles del problema. Por su extensión, la publicaremos en dos partes.

Carta abierta (3 de Julio 2018) Parte I

Raúl Maldonado

Por medio de la presente quiero hacer una compilación de los hechos que desde mi trinchera he presenciado, tratado de esquivar, de sobrellevar y también combatir, en relación a mi experiencia, con la lastimosa situación en la que se encuentran actualmente envueltos El Conservatorio de Las Rosas y sus trabajadores, y la Comunidad Conservatoriana en su conjunto.

Lo que a continuación manifiesto, no necesariamente refleja la opinión, postura y voluntad de expresión de aquellos a quienes, como en mi caso, considero afectados. El Conservatorio de Las Rosas es una institución emblemática que ha pasado a lo largo de su historia por momentos difíciles, los cuales ha logrado superar de diversas maneras que los mismos actores en cada caso podrían explicar mejor que yo.

No obstante, la crisis que hoy me toca presenciar, la que a toda la comunidad se nos presenta, es particular y es el resultado de muchas vertientes. Me quiero centrar en el estado laboral y sobretodo administrativo. Digo “sobretodo administrativo” porque quienes están a la cabeza, ahora llamados junta de gobierno, han estado tomando decisiones en perjuicio de la institución y llevado la situación laboral y escolar (en cuanto a lo burocrático y administrativo) a un estado lamentable, o al menos es la traducción que se tiene a partir de su actuar y los resultados: los sueldos y prestaciones de los trabajadores han sido retrasados en varias ocasiones y para algunos compañeros suman hasta ahora casi dos meses; las prestaciones de vales de despensa no se nos han pagado desde marzo a la fecha; otras obligaciones patronales como el pago de imss, infonavit e impuestos tampoco han sido cubiertos, pero sí han sido deducidos de los salarios, desde hace años; los trámites de titulación para algunos alumnos se han entorpecido u obstruido porque hasta hace poco no se tenía una autoridad académica que sustituyera la figura del rector, para la autorización de dichos trámites; derivado de la jubilación de una valiosa y querida figura, el prefecto “Don Chava” y que las responsabilidades del cargo fueran repartidas entre varios trabajadores que no cuentan con la experiencia necesaria (aunque tengan buena voluntad) la organización logística y la seguridad se han visto entorpecidas y comprometidas (una serie de robos de instrumentos musicales han tenido lugar en pasadas fechas), además que la distribución inteligente de espacios de estudio, clases y conciertos están llenas de errores y coincidencias.

Una de las acciones más graves ha sido que de manera autoritaria y negligente desaparecieron la figura del rector, lo cual, además de la molestia generalizada, procuró un desorden por la falta de representación tanto al interior como hacia el exterior (diría que nos encontramos en una especie de orfandad) y justificada dicha ejecución supuestamente en el Marco Legal, que solo ha servido de cortina de humo para ocultar (sin éxito pues los resultados actuales los delatan), lo ineficiente de su dirección, además de levantar sospechas por entreverse intenciones oscuras y egoístas, como lo ocurrido meses atrás cuando intentaron de manera oculta crear una nueva asociación civil en la cual asumían el control absoluto y aparente propiedad de la institución, para fines aún más ocultos; desistieron aparentemente de dicho propósito y se comprometieron a establecer una línea de comunicación eficiente, clara y oportuna.

La realidad: la comunicación entre la junta de gobierno y la comunidad en general la han nulificado casi por completo y cuando se emite algún comunicado lo hacen de manera informal e inoportuna a través de la difusión de imágenes vía WhatsApp de supuestos documentos informativos; no dan explicaciones claras, no dan la cara directamente, no asisten a reuniones convocadas por la comunidad; la lista es larga. Como si la lamentable actuación Patronal no fuera suficiente, el sindicato se ha convertido en un feroz guardián de los intereses Patronales, la junta de gobierno; en lugar de defender y salvaguardar los derechos de los trabajadores, que para eso fue creado, sus acciones hacen ver hacia dónde apunta su lealtad; mantienen comunicación con la junta, convirtiendo la información en un privilegio de unos pocos, en un pequeño poder, manipulando y ejerciendo intimidación hacia sus agremiados.

En días recientes y como muestra de lo que explico, el secretario sindical, Juan Antonio Santoyo Alcántara, hizo un escrito en el cual señala de traidores a un grupo de alumnos, maestros y trabajadores que se reunieron el pasado 20 de junio para hablar de los temas que afectan al Conservatorio y buscar alternativas de comunicación y acción para solucionar los problemas que enfrentamos. En esta junta se pronunciaron varias personas diciendo verdades dolorosas e incómodas para los oídos sindicales y patronales, una de ellas fue la Maestra Mercedes de León; Santoyo desde la comodidad de su escritorio y escudado en su cargo escribió una “respuesta” para la comunidad la cual resultó en un ataque hacia todos los involucrados y en particular para la maestra. Haciendo uso de una redacción rebuscada, que más que eso parecía pirotecnia barata, trató de disfrazar de lealtad y compañerismo su intento por agredir y crear separación entre los propios trabajadores , favoreciendo con halagos a unos y “castigando con juicio severo” a los disidentes. Sólo logró exponer su falta de humanidad, su falta de compañerismo, de sentido común y puso en manifiesto sus intenciones viles; puso también en evidencia y confirmó el servilismo y la lealtad del sindicato (al menos de los líderes y unos cuantos de sus simpatizantes) en favor de la Patronal.

Yo por mi parte venía realizando mi propia campaña personal en contra de esta situación (que me afecta directamente al igual que a todos los trabajadores, de todas las áreas) y de los actores que la están procurando, cuando me encontré con mis compañeros en el camino de la proactividad. Además de defender mis derechos laborales vi la necesidad de defender a mi alma Mater. La carta de Santoyo-Sindicato a la comunidad fue publicada en redes y hasta ahora no es de mi conocimiento que algún sindicalizado se haya pronunciado en contra de su contenido, quizá por temor a represalias. En cambio, sí hubo inmediatas reacciones de alumnos, ex alumnos y algunos colegas de Mercedes, las cuales plasmaron mensajes y comentarios positivos y de apoyo hacia ella, así que con su autorización las copié e hice publicar como respuesta, a través de la misma plataforma que la otra. Salimos a defender a Mercedes porque se lo ha ganado a pulso a través de décadas de aportar no sólo como la gran docente que es, sino también por el ser humano que ha demostrado ser y que muchas generaciones hemos tenido la suerte de conocer. Pero no es la única. Han habido y hay maestros de gran valor, dispuestos a aportar más de sí y después, aún más, que han dado una significativa parte de su vida al servicio del Conservatorio de Las Rosas, de sus alumnos y en consecuencia, de la sociedad.

Estamos pronunciándonos en favor de nuestra Alma Mater y de quienes la integramos; se busca comunicación, respuesta a preguntas, soluciones reales e inmediatas que beneficien de manera amplia e incluyente. Desde mi punto de vista habría que considerar los siguientes puntos y sus cuestionamientos:

Si vamos a hablar de cuentas claras y derechos, somos los maestros y trabajadores en general quienes hemos dado la cara, siempre, con excelencia, con dignidad, con honestidad, con compromiso absoluto, con gran disposición, con valor, con aguante. Hemos estado ahí dando muestra de nuestra valía, no hemos suspendido un solo día, no les hemos fallado a los alumnos, no hemos puesto en riesgo su derecho a la educación (por la que además están pagando una suma mensual considerable); hemos demostrado que nuestros derechos se corresponden a nuestros actos.

Y las autoridades ¿cómo han respondido a todo esto? ¿Con silencio, con acciones ocultas, castigando a sus trabajadores, docentes y directivos, despidiéndolos por la falta de “credenciales” aún cuando los resultados dicen mucho y a favor? ¿O por pronunciarse en contra de actos injustos o incluso ilícitos? ¿Responsabilizando a pasadas administraciones? ¿Responsabilizando y satanizando a los propios maestros por ejercer nuestro derecho a expresarnos y más, por hacer del conocimiento de los padres de familia esta situación que también les concierne?

¿Y qué cuentas van a dar los dirigentes sindicales, cuando los hechos y manejos solo muestran que su trabajo no está siendo en beneficio de sus agremiados, sino del patrón? ¿Qué tienen que decir al hecho de que “miedo, desconfianza, represalias, autoritarismo e intimidación” son las cinco palabras más usadas por sus integrantes cuando a la hora de dar su opinión o participar se trata? ¿Por qué cuidan los intereses del patrón, acaso tienen un acuerdo secreto que los beneficia? ¿Acaso tienen una deuda tan grande que no pueden negarse; ¿son víctimas de extorsión?
Laborissmo seguirá informando…