*CUANDO LA PERRA ES BRAVA*
Hoy martes 9 de septiembre de 2025, amanecemos con una interesante noticia: resulta que hay amenazas en contra de los hijos del expresidente AMLO por parte del crimen organizado.
Ya decíamos nosotros que era extraño que AMLO no asome la nariz ni para respirar.
Resulta que no solo se está cuidando de los gringos, que ya tienen rato atrás de él, sino de la misma mafia.
Y precisamente, -ahora se explica- porque sus hijos tampoco aparecen por ningún lado.
Parece que no dimensionó nunca el tamaño de animal que se echó encima.
Con la mafia no se juega.
Puede haber obtenido grandes beneficios económicos, pero de qué le sirven, si nunca podrán disfrutar de ellos plenamente, ni él ni todo el séquito de serviles que se aliaron con él.
Al tiempo sabremos si esta nota se confirma.
Pero para nosotros, tiene toda la lógica del mundo.
Como siempre lo hemos dicho: “todo cae por su propio peso y termina sepultando a quienes cargan más de lo que deben”.
E insistimos: por muy jugosa que sea la ganancia -particularmente ustedes jóvenes- revisen cuál será el precio que pagarán por obtenerla y sobre todo, que ésta siempre sea lícita.
De lo contrario, pueden ir preparándose para tener que huir o esconderse cuando las cosas se compliquen. Aunque esconderse solo prolongará la agonía, al igual que huir por que tarde o temprano los encontrarán y ahí solo tendrán dos opciones o morir o entregarse a la Justicia…
Y no habrá cantidad alguna que sea suficiente para evitarles las penurias que les vendrán con motivo de estas acciones, no solo a ustedes, sino a todos los que estén cerca de ustedes, especialmente a su familia, que quizá “ni vela tenga en el entierro”.
El dinero bien habido cuesta mucho más trabajo obtenerlo, pero siempre será más gratificante y rendidor el empleo del mismo.
Y como ya lo habíamos dicho antes “EL PODER, LA AMBICIÓN Y EL ORGULLO, SERÁN SU PERDICIÓN”, referido esto particularmente a los morenistas.
No nos da gusto, aclaramos, porque nunca celebraremos la desgracia de nadie.
Pero es el inevitable precio que se paga por no hacer las cosas como se debe.
En esto también deben ponerse a pensar todos aquellos que de una y otra forma detentan un coto de poder, grande o pequeño, igual el mismo representa una responsabilidad y una rendición de cuentas, que tarde o temprano tendrán que dar. Ya sea ante la ciudadanía que sería lo más recomendable para obrar siempre con transparencia, o en su momento, con su vida misma, porque nuestras acciones siempre terminarán por alcanzarnos, buenas o malas y que mejor que procuremos siempre sean buenas.
Estaremos atentos a las novedades.
Pero lo cierto es que, desde la venida de Marco Rubio, -y eso no podemos dejar de señalarlo-, parece que al Gobierno Federal le entró la urgencia por hacer lo que no han hecho en más de un sexenio.
Y no creemos, como ya lo dijimos antes, en las casualidades, sino en las causalidades…
¡Gracias!
Atentamente:
Gentleman.