Hemos venido dando cuenta de la crisis del Conservatorio de las Rosas desde que su presidente, el contador Ricardo Casiano, acusó al expresidente Francisco Bernal (sin exhibir pruebas ni demandas), de un fraude por más de 10 millones de pesos. Desde ese momento la situación del Conservatorio no ha hecho más que agravarse hasta llegar hoy a un punto de quiebre, luego de casi tres años de gestión de Casiano y Ramón Ramírez (Cinépolis).
El día de ayer, jueves 14, se les informó a los maestros y trabajadores, a quienes se les debe la segunda quincena de mayo, que no se pagará esta quincena, ni la que sigue. Es decir, que volverán a recibir salario hasta después del final del curso, hacia mediados de julio. Esta información la comunicó, complaciente, el propio sindicato, advirtiendo a sus agremiados de graves consecuencias para quienes manifestaran cualquier tipo de crítica u objeción.
Según nuestras fuentes (cuya confidencialidad resguardaremos sin límite), se les pagó solamente a los emisarios de la noticia, para que “convencieran” a sus compañeros de que esperaran mansamente. En el preescolar, el emisario fue Adrián García Cabral, en la primaria, Rocío Rojas, y en la secundaria, Elia Morales. Los tres, representantes del sindicato, siguieron las instrucciones del Secretario General, y explicaron a sus compañeros que “no había de otra”, sino esperar. El problema, expresaron algunos maestros que escuchaban, es que el contador Ricardo Casiano ya ha incumplido de manera reiterada.
La dirigencia sindical expresó que el contador Casiano les “garantizó” que tendrían dinero pasando las elecciones, porque el gobernador Silvano Aureoles les prometió recursos una vez decretado el triunfo de José Antonio Meade. Claramente el argumento multiplicó las dudas como una zozobra. ¿Qué pasa si por alguna remota circunstancia no gana Meade?
La maestra Rocío Rojas advirtió incluso “que iba a haber una limpia”, que habría un despido masivo de maestros y trabajadores en el mes de julio, con la venia sindical, pues se tendrían que ir “todos los traidores”. Adrián García Cabral les expresó por su parte, ante la inminencia de una ola de demandas individuales en la Junta de Conciliación y Arbitraje, que no procedieran “porque entonces menos les iban a pagar”, y se pondrían “solitos” en la lista negra de los despidos. (Lo paradójico es que esos maestros que hoy escuchaban a Adrián García, hace unos años hicieron un paro para que el propio Adrián no fuera despedido).
Mientras tanto la presión para las maestras, maestros y empleados es terrible, pues muchos manifiestan que no tienen siquiera con qué sufragar los gastos de transporte para llegar a la escuela.
¿Qué es lo que ocurre realmente, detrás de lo que se declara? Una consigna de periodista se expresa en la frase “follow the money”. ¿Cuánto cuestan los 17,000 metros del campus del Conservatorio, calculados, digamos a 6 ó 7,000 pesos por metro? Más de 100 millones, más el costo de los edificios. ¿150, más o menos? La liquidación de todos los maestros requeriría unos 15. No mal negocio para unos asociados que no han puesto un solo centavo de su bolsa en la institución. ¿Quién podría estar interesado en ese espacio? Basta recordar al respecto el asedio de que son víctimas muchos de los propietarios de locales de Plaza Morelia. El terreno del Conservatorio bien podría ser una fantástica extensión de la plaza ahora que un gran flujo de coches pasará por ahí, desde el túnel de Altozano.
En esta atmósfera de conflicto sorprendió a todos ver al Secretario General del Sindicato, Cuauhtémoc Trejo, estrenando un Honda de lujo.
Seguiremos informando…