La ópera en dos actos La Flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart, se presenta en el Teatro Ocampo de ésta Ciudad, los días viernes 3, a las 20:00 horas, sábado 4, a las 19:00 horas y domingo 5 de noviembre a las 12:00 horas, por la Orquesta de Cámara de la Universidad Michoacana, que dirige Mario Rodríguez Taboada, de la mano de Kate Burt como Directora de Escena; en el marco del centenario de la Casa de Hidalgo.
Y la Música se impuso. Tan castigados están los presupuestos para la cultura en el país, y ni se diga en Michoacán, que conmueve -pese a todo- admirar y disfrutar el talento de los jóvenes del Conservatorio de las Rosas y la Facultad de Bellas Artes que acompañados por experimentados creadores en Morelia han estrenado con enorme dignidad, no exenta de belleza, la demandante ópera del genio de Salzburgo.
Esta obra es una de las creaciones más enigmáticas y fascinantes del repertorio operístico. Representa no solo la perfección en la carrera corta y genial de Mozart, sino la síntesis universal de la variedad de géneros músico-teatrales conocidos hasta la fecha. El oratorio, el lirismo italiano, la ópera buffa, la tradición folclórica alemana, el vodevil… todo unido magistralmente en un cuento de hadas que supera, como ninguna otra obra las diferencias ancestrales entre la música y el teatro.
Y como todo cuento bien escrito tiene diferentes lecturas, la más obvia es el triunfo del bien sobre el mal, la más profunda es el camino hacia la iluminación, hacia el conocimiento, aquí es donde entra el simbolismo masónico de La Flauta Mágica.
El príncipe Tamino es perseguido por una serpiente gigante, se adentra en el bosque tratando de huir, pero ha entrado en el reino de la reina de la Noche sin saberlo. Allí llegará a un acuerdo con la reina tendente a conseguir la mano de su hija a cambio de que la libere del secuestro en la que la tiene sometida Sarastro. Tamino, acompañado del pajarero Papageno se dispondrá a salvar a su amada, sin embargo una vez llegado al reino de Sarastro, se da cuenta que la realidad es otra y decide quedarse allí al lado de su amada y lejos de la reina. Para quedarse y pertenecer al templo de los sabios, habrá de pasar una serie de pruebas que logrará superar. Finalmente los dos amantes se unirán para siempre mientras que su malvada madre será derrotada definitivamente.
En cuanto a la música, tiene arias magníficas para cada personaje, algunas famosas por su complejidad técnica: las arias de La Reina de la Noche, O zittre nicht (cuadro I del acto I), en donde intenta motivar a Tamino para que libere a su hija y, sobre todo, Der Hölle Rache (cuadro III del acto II), en donde aparece la segunda nota más aguda compuesta por Mozart para la música vocal, un fa 5, para cuya interpretación se necesita un grado de virtuosismo importante.
También son muy conocidos otros fragmentos, como el quinteto de Papageno, Tamino y las Tres Damas, Hm, hm, hm… (cuadro I del acto I), con cierta comicidad, o el aria de Sarastro, In diesen heil’gen Hallen (cuadro III del acto II), en donde muestra su sabiduría con la voz de bajo. También las intervenciones de Papageno, con su aria Klinget, Glöckchen, klinget y, sobre todo, su dúo con Papagena.
Elenco: Pamina / Nohemí Jaime, Tamino / Plácido Ávila, Papageno / Juan Arnulfo Tello, Sarastro / José Luis Reinoso, Reina de la Noche / Luz Andrea Romano, Monostatos / Patricio Valdespino, Papagena / Vianey Martínez, Primera Dama / Evelyn Figueroa, Segunda Dama / Minerva Hernández, Tercera Dama / Fernanda Mendoza, Primer Soldado / Jesús Antonio Olivas, Segundo Soldado / Luis Enrique Ramírez, Orador / Pablo César Reyes, Primer Sacerdote / Humberto Ruiz, Segundo Sacerdote / Jesús Antonio Olivas, Muchacho 1 / Regina Ramírez Díaz, Muchacho 2 / Aisha Samara Rivera, Muchacho 3 / Victoria Luviano Polit, Animal del bosque 1 / Román Leyva González, Animal del bosque 2 / Andrea Idaía González Páramo, Animal del bosque 3 / Jimena Domínguez Andrade.
El elenco hizo gala de una musicalidad y buen gusto que fueron en aumento conforme el desarrollo de la puesta en escena. Llamó la atención el talento histriónico y vocal del joven barítono tapatío Juan Arnulfo Tello, quien nos regaló un Papageno memorable y de grandes contrastes emocionales. Al punto del llanto producto de la maestría técnica y el hermoso timbre de su voz nos tuvo Nohemí Jaime, quién encarnó a Pamina, eterna enamorada de Tamino, cantado por el tenor Plácido Ávila, de fina presencia y clara emoción acompañadas de una impecable dicción al cantar.
No podemos dejar de lado el trabajo de Luz Andrea Romero, célebre soprano moreliana, quien nos dio una virtuosa Reina de la Noche a través de una voz dúctil y de afinación perfecta, al lado del Sarastrograve, elegante y severo hecho por el ya consagrado bajo capitalino José Luis Reynoso.
Por otro lado, tuvimos a unas Damas encarnadas por Evelyn Figueroa, Minerva Elizarrarás y Fernanda Mendoza, que junto a Monostatos cantado por Patricio Valdespino, nos interpretaron unos concertantes muy bien ensamblados en equilibrio y afinación, los cuales son de gran dificultad musical y técnica. Con una participación breve pero muy destacable, Vianey Martínez hizo una Papagena transparente, graciosa y muy viva.
El coro, formado por alumnos de la FPBA y el Conservatorio, así como integrantes de la sociedad moreliana estuvo dirigido por Judith Arellano destacada egresada de nuestra Máxima Casa de estudios, y varios de sus talentos fueron utilizados para la realización de pequeños papeles en la ópera. El ensamble de niños, por su parte, estuvo integrado por miembros de los Niños Cantores de Morelia y fue preparado por Enrique Ramírez.
Y es que tenemos que decir, que a pesar de ciertos problemas técnicos que impidieron el inicio puntual de la función, el público salió tremendamente satisfecho porque al final, la música se impuso, fruto del perseverante trabajo de jóvenes artistas, todos ellos educados en las aulas morelianas. Es la primera vez que vemos en esta ciudad un elenco tan equilibrado en nivel, talento y profesionalismo, gran parte de ello fruto del trabajo y la guía de dos maestras cada vez más célebres por su labor impecable, y nos referimos a Ivon Pino y Gladys Pavón, quienes fueron las responsables de la dirección musical y vocal en el montaje de ésta puesta en escena (muy afortunada, apegada al estilo y de una construcción sumamente cuidadas), al lado del pianista Andrés Sierra.
Como Asistente del Director de escena / Fernando Ortíz Rojas, Directora Musical / Ivon Pino Leal, Vocal Couch / Gladys Pavón Torres, Pianista Preparador / Andrés Sierra Márquez, Coordinadora de Logística y Producción / Karla Ivette González Calderón y Coordinador General / Héctor Manuel García Chávez.
La Orquesta de Cámara de la Universidad Michoacana es parte del quehacer de la Casa de Hidalgo, consagrado en los fines sustantivos para la difusión de la cultura y la extensión universitaria, se fundó en diciembre de 1993. A lo largo de este tiempo se ha consolidado como una orquesta de importante trayectoria y nivel profesional por lo que ha trascendido las fronteras de su sede el Centro Cultural Universitario y ha contado con la participación de destacados directores y solistas nacionales y del extranjero.
Esta labor de la orquesta no tendría el mismo derrotero si el Director Orquestador Mario Rodríguez Taboada, no hubiera aceptado la invitación para fundarla, ya que tiene en su haber un amplio repertorio que abarca desde el periodo Barroco hasta la Música Contemporánea, preocupándose siempre por la difusión de la música mexicana y a la caza de talentos. Ha convertido a la orquesta de cámara en toda una sinfónica.
La difusión de la música mexicana es uno de sus principales objetivos, por lo que en la mayoría de sus presentaciones interpreta obras de compositores nacionales. Dentro de la vida universitaria participa constantemente en conciertos en las diferentes escuelas y facultades de la Universidad Michoacana, así como en celebraciones importantes, manteniendo su convicción de esta casa de estudios, aportando alto sentido social y humanista, desde su fundación.
Este incesante trabajo fue concertado por el ya muy experimentado Mario Rodríguez Taboada, al frente de la Orquesta de Cámara de la Universidad Michoacana (OCUM) apoyado en la producción y logística por Karla González y por Héctor García en la coordinación general de este magno evento. La escena a cargo de la neoyorkina Kate Burt y Fernando Ortiz, a pesar de su extrema sencillez y minimalismo, mostró gran calidad y limpieza, así como una muy atinada iluminación.
Y ahora en esta puesta en escena de este singspiel que es un tipo de ópera popular cantada en alemán, en el que se intercalan partes habladas. Además de ser gran obra musical expresa unos valores a modo de crítica. Fue un éxito rotundo de la OCUM y de Rodríguez Taboada.
La Flauta Mágica sigue siendo importante dentro del repertorio operístico estándar y aparece como la número 4 en la lista de Operabase de las óperas más representadas en todo el mundo. Su estatus como obra maestra de la ópera es incuestionable y ciertamente único dentro del más reducido ámbito del singspiel, donde no tiene comparación posible.
Ojalá se sigan haciendo de manera más continua presentaciones de este tipo en la ciudad, no sólo por la importancia que representa la celebración del Centenario Nicolaita, o por el hecho de que sea una ópera, sino porque el día de ayer confirmamos que hay mucho talento en nuestra localidad que cuenta con la competencia y disciplina necesarias para compararse con el trabajo de los grandes teatros del país. Si usted quiere ser testigo y vivir una magnífica velada, puede disfrutar hoy domingo al mediodía la última entrega en el Teatro Ocampo, de la por mucho tiempo más afortunada producción operística en nuestra ciudad. La entrada es libre y la recepción será 30 minutos antes del evento.
Laborissmo seguirá informando…