El derecho a la revolución, también conocido como derecho de rebelión o derecho de resistencia a la opresión, es un derecho que se reconoce a los pueblos para derrocar a gobernantes ilegítimos o que se han vuelto ilegítimos durante su mandato.
Este derecho permite la desobediencia civil y el uso de la fuerza para reemplazarlos por gobiernos legítimos.
Se considera que el derecho a la revolución es una obligación moral histórica y el contenido jurídico de la revolución política de los pueblos. A lo largo de la historia, se ha usado la creencia en este derecho para justificar revoluciones como la Revolución Francesa, la Revolución Estadounidense, la Revolución Rusa y la Revolución Iraní.
En el caso de la Revolución Mexicana, el movimiento armado que inició en 1910 buscaba terminar con la dictadura de Porfirio Díaz. El movimiento luchaba por un gobierno democrático, libertad e igualdad, mayores derechos sociales y una reforma agraria. La Revolución Mexicana culminó con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en 1917, la primera en el mundo en reconocer las garantías sociales.