En consideración a lo preceptuado en el Artículo 51 de la Ley Federal del Trabajo, que señala que: Son causas de rescisión de la relación de trabajo, sin responsabilidad para el trabajador: “II. Incurrir el patrón, sus familiares o cualquiera de sus representantes, dentro del servicio, en faltas de probidad u honradez, y IX. Exigir la realización de actos, conductas o comportamientos que menoscaben o atenten contra la dignidad del trabajador; y X. Las análogas a las establecidas en las fracciones anteriores, de igual manera graves y de consecuencias semejantes, en lo que al trabajo se refiere”; Luis Jaime Cortéz Méndez, demanda la rescisión de la relación laboral, imputable a la patronal, contra del Conservatorio De Las Rosas a la Asociación Civil, a la nueva Fundación o a Quien Resulte Responsable.
Con el hecho de desplegar conductas o comportamientos que menoscaben o atenten contra la dignidad del trabajador, por conducto de los representantes de la patronal; es procedente la demanda destacó su abogado Arturo Ismael Ibarra Dávalos, enfáticamente; pues con esa conducta falta así también a la probidad y honradez.
Debemos señalar que el pasado once de septiembre del año en curso, el Secretario General del Sutracon, (Sindicato único de trabajadores del conservatorio), maestro Cuauhtémoc Trejo, se presentó en su oficina de la Rectoría del Conservatorio de las Rosas para hacerle diversos cuestionamientos sobre la existencia de una asociación civil, constituida durante el pasado mes de julio, que lleva por nombre “Fundación Conservatorio de las Rosas”.
Al leerla, se percató de que, en efecto, había varias irregularidades en ella, como por ejemplo: 1. Está constituida solamente por 3 miembros (los señores Ricardo Casiano Alba, Ramón Ramírez Guzmán y Joel Alejandro Rosas López). 2. Los estatutos le otorgan al presidente poderes plenos, además de que sus nombramientos se definen como permanentes, sin límite de tiempo.
Por supuesto que cualquier grupo de personas puede hacer una sociedad así legítimamente. Las irregularidades surgen cuando en el Objeto Social se define que entre los objetivos está el de “21. Restaurar y conservar y poseer por cualquier título el edificio del antiguo Conservatorio de las Rosas, en Morelia, reputado como el más antiguo de América”. El tema le pareció grave, pues consideró de inmediato que el reclamo del sindicato tenía fundamentos, y que la “Fundación” representaba, al menos en el sentido de que autoconfería autoridad sobre el comodato del claustro del Conservatorio a tres personas, un grave riesgo para la AC Conservatorio de las Rosas. Se trataba, no de una vaga intención, sino de un acto jurídico pleno. Por otro lado, también observó que en dicho documento no se hablaba de la duración de la Rectoría de la Institución.
Pero el argumento definitivo se constituyó de la siguiente manera. Había informado, semanas atrás, a la Junta de Gobierno, que Cortéz Méndez, realizó una gestión frente a la Secretaría de Cultura (federal), a través de la cual el Conservatorio recibiría 1 millón y medio de pesos para becas. Los recursos se gestionarían a través de la Secretaría de Cultura de Michoacán, institución que entregaría finalmente los recursos. Realizó numerosos y delicados trámites para hacerlo posible. Finalmente, el día 25 veinticinco de septiembre, la Lic. Andrea Silva, Directora de Servicios Educativos de la Secum, informó que los recursos habían sido depositados, y que sólo faltaba, después de haber cumplimentado todos los requisitos, firmar el convenio, y entregar la factura. Pretendiendo el Consejo Directivo entregar factura de la nueva fundación, no de la asociación firmante.

Otro dato sobresaliente que dio pie a la decisión del ex rector de rescindir la relación laboral fue el hecho de que el pasado lunes 9 de octubre, en punto de las 11 horas, los señores Ricardo Casiano Alba, Ramón Ramírez Guzmán y Eduardo Rubio Elosúa, realizaron una rueda de prensa en la sala Niños Cantores del Conservatorio de las Rosas, en la cual lanzaron calumnias numerosas en contra de la persona de Cortéz Méndez, a las cuales respondió hoy en rueda de prensa en las instalaciones de la junta local de conciliación y arbitraje, su interés en responder no sólo en un despliegue mediático y verbal, sino a través de esa vía legal (la rescisión) “que da certezas jurídicas a mis aclaraciones, en defensa de mis derechos y de mi honor.”
“Cabe la lectura de que Ramón Ramírez probablemente se refiere a las acusaciones de malos manejos que el propio presidente de la Junta de Gobierno ha expresado repetidamente en contra de otros miembros del Consejo de Asociados, pues el Consejo de Asociados del Conservatorio, desde enero de 2012, ha estado envuelto en diversas acusaciones de corrupción, formuladas de unos a otros miembros del consejo. El caso es que Ricardo Casiano Alba acusó a Francisco Bernal Macouzet (presidente del Consejo de Asociados de 2004 a 2011) de un descalabro por varios millones de pesos, en diversos diarios. Estableció la cifra en casi 9 millones de pesos.” Dijo contundente.
Por otro lado, se sugieren “malos manejos del Rector”, cuando el Rector no manejó recursos en la estructura a que llegó a trabajar desde 2011, pues absolutamente todos los cheques fueron aprobados y firmados desde entonces por la Junta de Gobierno, a través de la firma obligatoria en bancos del presidente o tesorero de la Junta de Gobierno (y en algunos casos incluso el vicepresidente y el secretario). La firma del Rector sólo aparece excepcionalmente, en casos especiales y a petición de la propia Junta de Gobierno.
Otro dato sobresaliente fue que asistió a una reunión convocada por la Lic. María Cristina García Cepeda, Secretaria de Cultura a nivel federal, en su carácter de asesor de esa importante institución, a la que asistió en su doble papel, personal y de rector del Conservatorio de las Rosas. En la reunión pudo negociar una aportación para el Conservatorio por concepto de becas, por un valor de 1 millón y medio de pesos. Al regresar a su oficina el día siguiente, le fue levantada un acta por no haber estado en su oficina el día anterior, a pesar de que explicó los objetivos de su gestión, de haber mostrado los documentos de invitación oficial, y de explicar el resultado muy positivo en los beneficios económicos.
Recordemos que ingresó Cortéz Méndez al Conservatorio de las Rosas como Rector en el mes de marzo de 1994. Vino de la ciudad de México, donde vivía, invitado por el Ing. Miguel Bernal Macouzet y por el Lic. Rafael Tovar y de Teresa.
En el momento en que llegó la institución sólo tenía dos inmuebles: el claustro, y la casa situada en Santiago Tapia 347, situada frente al claustro, en el Jardín de las Rosas. Esa casa además se encontraba en un alarmante nivel de deterioro. Sólo había primaria (un solo grupo: los estudios de música no tenían reconocimiento oficial en ningún sentido). La planta de profesores era pequeña, y la mayoría de ellos no tenían estudios acreditados oficialmente. El coro de los Niños Cantores de Morelia estaba en una crisis de supervivencia, y sólo había niños. El presupuesto anual era aproximadamente el 10 por ciento del presupuesto actual. A pesar de su gran tradición formando músicos, nadie se había titulado oficialmente como músico egresado de la institución. No existían las áreas de percusiones, ni de cuerdas, ni de musicología, ni de metales. El Conservatorio no tenía biblioteca. No existían cuerpos académicos colegiados. No había planes de estudio.
Al mes de octubre de 2017, la realidad del Conservatorio es la siguiente: Se consiguieron recursos para restaurar la casa de Santiago Tapia 334, y se hizo funcionar con un nivel de calidad excepcional para los maestros y alumnos. Además, se consiguió y restauró la casa contigua, que estaba literalmente “en el piso”. En ella queda el café que debería aportar recursos fundamentales para el desarrollo del Conservatorio. Además, se hicieron las gestiones para obtener en donativo el terreno de casi 20 mil metros donde construyeron el campus Ocolusen. Y se construyó el campus. El patrimonio de la institución creció en muchas veces su valor inicial. Se adquirió una flotilla de pianos verticales y de cola, se realizó una compra histórica de instrumentos de percusión (que hoy debería urgentemente refrendarse). En suma, el patrimonio del Conservatorio hoy supera los 200 millones de pesos (sin poner en valor el nombre mismo de la institución). Y es importante señalar también, de manera enfática, que el 99 por ciento de ese patrimonio fue construido con recursos públicos. Incluso las colegiaturas que hoy se cobran, son ingresos posibles gracias a la inversión de recursos públicos en infraestructura. Es, de hecho, un buen ejemplo de gestión cultural.
Para completar el proyecto educativo ligado a los niños, en formación de talentos tanto como en formación de públicos, diseñó Cortéz Méndez, el plan de maternal, kinder y secundaria que, unidos a la primaria ya existente, dio origen a un modelo único en el país. Además, se diseñó e implementó académica y legalmente, avalado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, el primer y único bachillerato en “Música y Humanidades” de México. Además, se diseñaron los planes de estudio de más de 20 licenciaturas, y se gestionaron sus estructuras ante la Secretaría de Educación, y se contrataron los maestros con un altísimo grado de especialidad que esas carreras requerían.
Se invitaron maestros de diversas partes del mundo. Entre ellos, por sólo mencionar unos pocos nombres fundamentales, las maestras Míriam Pérez Fleitas, Olga Chourak, Caroline Grivellaro y Mercedes de León, los maestros Alfredo Valdez-Brito, José Luis Galvez, Pierluigi Ferrari y Alessandro Orso. La maestra Gelia Dubrova, quien acompañó desde 1994 hasta su muerte reciente, creó (con el apoyo de la infraestructura académica, física y humana que diseñaron), la más impactante escuela de cuerdas que ha existido en México.

El presupuesto de operación del Conservatorio creció exponencialmente, en proporción a su número de alumnos. En el momento actual, el Conservatorio opera con un presupuesto de alrededor de 32 millones de pesos, y tendrá un déficit de apenas un 2.5 por ciento, aproximadamente (unos 700 mil pesos, aproximadamente). Esa cifra, calculada por la Rectoría, es la misma cifra que manejó la Junta de Gobierno en su informe oficial ante la Asamblea General del mes de septiembre. Conozco ese dato a través de un informe del Secretario General del Sindicato, quien sí estuvo en dicha asamblea. En esas asambleas es convocado el Secretario General del Sindicato, pero no el Rector. Esas cifras muestran que las decisiones de operación diseñadas por la Rectoría están funcionando, y que la operación del Conservatorio es muy sana (en lo económico, pero también las otras variables, académicas, de satisfacción estudiantil, etc., son excelentes). ¿De dónde surge la crisis financiera entonces? De una situación crítica que es muy sencillo explicar. Los recursos retenidos a maestros y empleados para el pago de Hacienda, Seguro e Infonavit, se utilizaron para pagar las demandas de Roberto Salcedo, y para cubrir el desfalco que denunció la Dra. Carmen Alicia Dávila, de la administración anterior a ella, que condujo a una presunta demanda que después de 5 años no ha pasado del ministerio público. El Café del Conservatorio debería aportar a la institución aproximadamente 2 millones y medio de pesos, si el propio Conservatorio lo operara. Con eso bastaría para cubrir el déficit de operación y para tener un margen de inversión en instrumentos, mantenimiento y demás necesidades.
Pero aún tomando en consideración las cifras dadas Ramón Ramírez en la citada rueda de prensa, el café, a razón de 50 mil pesos mensuales, resolvería la cifra del déficit (pues 50 mil por 12 son 600 mil pesos anuales). Además, salvo por los recursos conseguidos por la Rectoría ante Conaculta y Secretaría de Cultura, la Junta de Gobierno no ha realizado actividades exitosas de procuración de fondos desde 2012.

El Coro de los Niños Cantores de Morelia se reestructuró, se abrió el ingreso a niñas, y se invitó al maestro Luis Berber, discípulo directo de Romano Picuti, al relanzamiento del proyecto. Los niños volvieron a surgir con una nueva plenitud. El maestro Hernán Cortés, actual director del coro, es a su vez discípulo de Berber.

A partir de la formalización de las licenciaturas, se han graduado músicos en récords históricos, que se encuentran en sitios relevantes de la vida profesional nacional internacional. Se agregará en su momento una relación de los casos más exitosos, orgullo del Conservatorio y muestra de la eficiencia del trabajo. Además, se consiguió que los estudiantes que estudiaron hasta una década anterior a la formalización de las licenciaturas, pudieran regularizar sus grados.

Se formaron diferentes ensambles musicales, que nunca antes había tenido el Conservatorio, como el Ensamble de las Rosas, la Orquesta del Conservatorio, el Ensamble de Percusiones, el Taller de Ópera (con el que participamos repetidas veces en festivales tan importantes como el Festival Internacional Cervantino). Los graduados de musicología han convertido al Conservatorio en una especie de potencia académica nacional. Los graduados de composición se encuentran en sitios prominentes, con éxitos notables en el ejercicio de su profesión. Son sólo ejemplos enunciativos que no agotan los casos, que serán referidos más exhaustivamente en otro documento y momento.

Se constituyó una biblioteca especializada en música, que da servicio desde hace casi 20 años a estudiantes del Conservatorio, tanto como a lectores externos sin ninguna restricción. Hay un ingrediente social en los estatutos fundacionales del Conservatorio que no debemos permitir que se pierda.

Se diseñó un sistema de becas que ha permitido a cientos de alumnos cursar sus estudios profesionales en un lugar de excelencia, aun cuando no tengan recursos económicos para solventar las colegiaturas.
Se crearon cuerpos colegiados que son una de las fortalezas institucionales. En esos cuerpos académicos se crea mucha de la magia que hace del Conservatorio una institución extraordinaria.

El día 9 de octubre, su teléfono con número 443 395 7333, dejó de funcionar de pronto. Se desapareció el WhatsApp, y apareció en la parte superior izquierda un mensaje que decía “sin servicio”. Supuso que la Junta de Gobierno había cancelado el servicio de su teléfono (el aparato lo pagó él, pero el servicio lo pagaba el Conservatorio). Pero no había cancelado el servicio: había tomado el número en otro aparato. Llamó repetidas veces, y otras personas lo hicieron, y el teléfono aparecía como activo. Denunció por esta vía la posible intromisión en sus datos privados por parte del área informática del Conservatorio, y solicitó que el tema sea investigado.

Laborissmo seguirá informando…