En una remota aldea rural de China, un niño de 8 años llamado Wang Fuman entró a su salón de clases luciendo como un anciano de pelo blanco, pero no eran canas, era hielo que había cubierto su cabeza.

Wang había caminado 4.8 kilómetros a través de montañas y un extremo frío de -9°C solo para no perderse sus exámenes finales. Su escuela no tenía calefacción, y él vivía en una casa de barro con su abuela, ya que su madre se había ido y su padre trabajaba lejos en la ciudad para enviar dinero.

Cuando su maestro vio entrar al pequeño con el pelo congelado, las cejas cubiertas de escarcha y las mejillas quemadas por el viento, tomó la foto que rompería el corazón de Internet. Sus compañeros se rieron al verlo, pero Wang no se inmutó. Se sentó, calentó sus manos hinchadas y tomó el examen.

El resultado final fue lo que silenció al mundo, y es que Wang obtuvo un 99 sobre 100 en matemáticas. Su caminata helada no solo le valió una nota casi perfecta, también su historia desató una ola de donaciones masiva que llevó calefacción, ropa y renovaciones a su escuela olvidada.

Wang demostró que la excelencia no depende de los recursos que tienes, sino de la determinación que te mueve.

Basado en reportes de The Paper (Shanghai), People’s Daily China y cobertura de BBC/CNN (Enero 2018). Universo Sorprendente.

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