Pareciera una historia de Guillermo del Toro, Pedro Almodóvar o, incluso, de Luis Buñuel o Alejandro González Inárritu, personajes diabólicos sacados de la imaginación de Akiro Kurosawa, historietas rescatadas de una desazón ilógica, vidas entrelazadas sin ninguna relación racional, uniones rotas de inicio. Estos cineastas han puesto al descubierto lo que no tiene sentido común y lo han expresado visualmente de una forma magistral.

Esta historia, empezó en Octubre de 2017, motivada por el pago tardío de la segunda quincena de Octubre, seguida de por las demás, así como del aguinaldo, violaciones legales y contractuales por parte de la patronal, es cierto, pero para su solución existen vías legales para reclamar, emplazar a huelga, promover juicios laborales, pedir la protección de la justicia Federal. O, en su momento, realizar los cambios legales que la Universidad Michoacana requiere para ponerse a la vanguardia, y, estos cambios legales, en realidad no son costosos (me refiero a reconocer puestos y cargos que no existen normativamente, como el del tesorero, abogado general, asuntos estudiantiles, reformar el Estatuto y los reglamentos, etcétera).

No, el SPUM y el SUEUM, no optaron por acudir a reclamar su derecho, por las vías legales.

En efecto, el artículo 8º de la Constitución Federal, dispone el derecho de petición, mismo que debe realizarse por escrito de forma pacífica, por su parte, la libertad de expresión –dentro de lo que se encuentra el derecho a la protesta- tiene límites, los señalados en los artículos 6º, 7º, y 24 del mismo Código Fundamental Mexicano, esto es, no debe afectar la moral, la vida privada, genere algún delito, perturbe el orden público, o afecte derechos de tercero.

El derecho de protesta debe ser pacífico. Sin interferir las vías de comunicación, sin paralizar la vida cotidiana de todo mundo.

No puede pedirse el reconocimiento y cumplimiento de un derecho, ignorando el de los demás, olvidando que además de los trabajadores universitarios, hay alumnos y una sociedad, que también tienen derechos y que, gracias al movimiento universitario, esos derechos se están vulnerando.

Después, aparece la CNTE, en el escenario, un compañero no reconocido por la autoridad laboral, inexistente en el campo del derecho. ¿En qué momento, tenemos los trabajadores universitarios relación con este conglomerado?, tan impugnado por los propios trabajadores de la educación Estatal, y con tantos señalamientos de actos ilícitos. Las luchas son independientes, los trabajadores universitarios tienen años evaluándose periódicamente, los de la CNTE no lo aceptan, los destinos de cada sindicato son distintos. Los trabajadores Universitarios no actuamos violando la ley penal, no habría porqué, porque somos conductores de la sociedad, somos el modelo paradigmático de ciudadano del siglo XXI de ella. O deberíamos serlo.

La lucha de los trabajadores de la Universidad no es la misma que la de la CNTE, entonces, ¿Qué hay en común?.

El SUEUM y el SPUM deberían regresar a las medidas legales, sin violentar derechos de terceros, acatando el Estado de Derecho. Además, lo pueden hacer, porque pagan mucho dinero en departamentos jurídicos sindicales. No hay necesidad de generar actos ilícitos, mucho menos de sumarse a una lucha que nació muerta.

Algo más grave, la Universidad Michoacana, tiene cuatros sindicatos, además de los ya mencionados, están el Sindicato de Empleados de Confianza de la Universidad Michoacana –SECUM-, y el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Michoacana -STUMICH-, ¿Dónde están estos actores, también perjudicados por la patronal?, ¿No deberían ser ellos los que acompañen al SPUM y SUEUM?, ¿Porqué aliarse con externos, en lugar de con los propios compañeros?. Las intenciones de las cúpulas sindicales, parecen no ser la de los agremiados, mucho menos la de coadyuvar a resolver el conflicto universitario. Desafortunadamente si el patrón fracasa, a los trabajadores les sucede lo mismo. El Dr. Medardo lo ha hecho mal, sin duda, un equipo que no sabe costear nuevas carreras, reducir gastos, tener una relación sana y directa con los universitarios, ser transparente, ha pecado de muchos defectos. Sin embargo, parte de ese problema son, también, los demás actores universitarios, alumnos, sindicatos y trabajadores, que han permanecido impasibles a pesar de que saben, desde un inicio de los retos estructurales de la Casa de Estudios, ven que la casa se está cayendo, y la golpean aún más, en lugar de tratar de ayudar a generar condiciones de mejora.

Ni la Constitución Federal ni la Ley laboral permiten las acciones que hasta hoy, se han llevado a cabo. Debemos ser respetuosos de la Ley y un modelo para los jóvenes en formación.

Un trato cordial y respetuoso, es lo único que se requiere, centrarse en lo esencial, y, resolverlo.

La sociedad demanda soluciones, líderes preparados con compromiso y capacidad de convenir, soluciones a partir de las coincidencias y no paralización por las divergencias, hay que pasar de la tolerancia a la inclusión. Uno pensaría que eso, en espacios como el universitario, sería fácil, pues allí, los más preparados –Doctores en diversas materias- pueden sacar a nuestro Estado. No ha sucedido así.

Es tiempo de repensar hacia a donde vamos, la sociedad espera esa reacción oportuna y pertinente de nosotros los universitarios. Que dejemos nuestros intereses personales y de grupo, para salvar a la Benemérita y Centenaria.

Diría el Encargado de la Educación Cubana, “Nuestra Lucha, está en las aulas, colmando espíritus, moldeando conciencias”…..es un ejemplo que deberíamos seguir, como en Japón, las huelgas son aumento de producción. El trabajo ennoblece, la pereza y la inacción, no son virtudes, son defectos.

Ojalá quepa la mesura y prudencia de aquí en delante.

Laborissmo seguirá informando…

Licenciado en Derecho Arturo Ismael Ibarra Dávalos, catedrático de la Casa de Hidalgo, adscrito a la FCCA,