SEGURIDAD SOCIAL INTEGRAL.
CONCEPTO CONSTITUCIONAL EN DESUSO.
Este concepto, iniciado en el siglo XIX con la revolución industrial y que se ha ido reconstruyendo a lo largo de la historia, tiene como base proteger a las personas de los riesgos económicos y sociales. Se inició con el derecho o acceso al trabajo en condiciones dignas y salario remunerador, esto planteó la necesidad de pensiones y jubilaciones que fuesen suficientes y actualizadas. El sistema de seguridad no se detuvo allí, se le integró un modelo social, en donde se incluía, alimentación, deporte o cultura física, salud física –hoy también psicológica o emocional-, actividades de integración social y esparcimiento, vacaciones y descansos, vivienda y transporte, tanto para los derechohabientes como para sus dependientes económicos o familiares.
México, siguiendo la dinámica mundial y de nuestro continente, en la Constitución, en su artículo 123, apartado A, fracción XXIX, y apartado B, fracciones XI y XIII, prevé sistemas de seguridad social integral, con todo el contenido indicado en el párrafo precedente.
Pero no solo eso, los artículos 3º y 4º de la propia Norma Fundamental, prevén el derecho a la salud, alimentación adecuada y al esparcimiento, entre otros.
Mención especial merecen las becas de cualquier tipo. En necesario revalorar su alcance. Porque en realidad se trata de rentas universales, a través de las cuales el Estado protege a las personas con un mínimo económico garantizado solo por el hecho de nacer o estar en el territorio nacional, para sus actividades básicas, mismas que pueden irse acrecentando de acuerdo al trabajo de cada persona. La razón es sencilla, el dinero que recauda el Estado es para sus propios ciudadanos y, por ende, hay que garantizar ese mínimo. Por tanto, debemos hablar de un sistema de renta universal. El sistema de becas, por el contrario, se erige sobre un elemento, acceder a ella por méritos, lo cual atiende a cualidades de la persona.
Con el paso del tiempo, los sistemas de seguridad social, IMSS, ISSSTE, INFONAVIT e ISSFAM, se han ido reduciendo, a contar únicamente con un sistema de salud física, dejando de lado las actividades adicionales o, en vivienda, siendo un sistema más oneroso y con menores prestaciones que el bancario.
Complejos de esparcimiento o recreación como Oaxtepec, Acapulco u otros del IMSS, así como sus agencias de viajes o financiamientos, hoy, no son motivo de estudio o replicación.
Las unidades de albercas, auditorios, canchas deportivas, se han ido reduciendo y parece no haber intención de reubicarlas y multiplicarlas. Las actividades para infancias y adolescencias, así como para adultos mayores en esos espacios, son reducidos.
El subsistema de pensiones remuneradoras, ha ido en descenso.
En estos tiempos de cambios institucionales, es importante, indispensable, repensar en este sistema de seguridad social integral, que permita el desarrollo social y sostenible de las personas y con ello, del País, personas sanas física y emocionalmente, generan un sistema de equilibrio social. Reconstruir el sistema es un elemento para lograr la paz.
Por el Dr. Marco Antonio Tinoco Álvarez