TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A ROMA
La palabra “romance”
tiene su origen en el latín “romanicus”, que se refería a lo relacionado con Roma o el Imperio Romano.
Durante la romanización, proceso por el cual Roma expandió su cultura, lengua y costumbres a las regiones conquistadas, el latín se convirtió en la lengua dominante. Con el tiempo, este latín vulgar (la versión cotidiana del latín clásico) evolucionó en distintas regiones de Europa, dando lugar a las lenguas romances como el español, el francés, el italiano y el portugués. Estas lenguas derivan su nombre de “romance” porque nacieron de la lengua del Imperio Romano, simbolizando la duradera influencia de Roma en la cultura y el lenguaje europeos.