EXPOSICION DE LA SOCIEDAD CIVIL EMERGENTE Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA
AUTOGESTIONANDOSE A UN NUEVO ORDEN SOCIAL.
Junio del 2015.
Siendo un grupo de ciudadanos libres, convencidos del compromiso de la participación para lograr una transformación en la vida política y social actual, que incida en el desarrollo sostenible, cultura de la paz, la dignidad del ser humano y respeto al medio ambiente que contribuyan a una sociedad en equilibrio con la justicia económica, con el objetivo primordial del bien común.
Nos pronunciamos al trabajo solidario, al fomento de la convivencia armónica entre iguales, reconociendo en el bien común la fuerza que nos une y nos hace participes a este nuevo llamado de la reivindicación del valor humano en su propia dignidad, que debe ser fomentado y vivido desde la cotidianidad de nuestros hogares, aproximándonos cada vez más al reconocimiento de un nuevo orden social que anhelamos .
El bien común se hace presente en nuestras vidas con el desarrollo de valores de cooperación, solidaridad, no competencia, cuidado del medio ambiente, desarrollo sostenible, no acumulación en detrimento de la colectividad y el valor del ser humano con sus derechos universales.
De tal sentido queremos comprometernos a un ejercicio de participación ciudadano que pueda trastocar la vida individual de decenas a miles y millones de personas, que podamos reconocernos al mirarnos entre cada individuo y expresemos tu eres valioso porque eres mi otro yo; al ser parte de un nosotros y así apartar las falsas murallas de la separación, el ego y de la lucha generacional.
El bien común se empieza a dibujar como una conciencia social, reclamo de nuestra casa común, la tierra, que demanda su reconocimiento como un ser vivo que nos acoge y brinda sustento equilibrado, nos pide no canibalizar más sus bosques, océanos, lagos y los demás seres vivos no humanos que la habitan y comparten con nosotros.
Al interpretar esta conciencia social del bien común, pide que hagamos un alto a las demandas que nos impone el mercado de consumo, con bienes y servicios que tienen un alto costo social y ambiental, en detrimento de la dignidad humana y daño al planeta; para decirnos que no fuimos creados para ser atrapados en las redes del marketing de consumo que vician y embotan nuestros sentidos, haciéndonos esclavos y cómplices del sistema. El bien común no es ningún desafío, es la conciencia natural del ahora, que marcha por los senderos de paz, no se impone, se comparte en el regocijo de saber que cada integrante de este nuevo orden social es valioso por sí mismo.
Ahora estamos en tránsito como colectivo a una nueva gran convención social, un pacto entre ciudadanos, que quieren vislumbrar un nuevo presente y futuro para generaciones, lleno de gozo y alegría en el servicio y ayuda al otro, así como cuidado del planeta.
Sobre José María Morelos y su pensamiento en el contexto contemporáneo del bien común.
José María Morelos y Pavón, con el documento primigenio del constitucionalismo mexicano, los Sentimientos de la Nación, (14 de septiembre de 1813) proclamado en el primer Congreso Independiente instalado en Chilpancingo, con el que aportó preceptos legislativos que deben regir en la patria y estableció principios de independencia, libertad, igualdad, buen gobierno en síntesis bien común.
Morelos piensa que un pueblo no se expresa sólo en sus luchas bélicas, en sus leyes o en sus periódicos. Sino que también lo hace desde el corazón, es decir, desde la conciencia más profunda que es signo de identidad y de vocación. Los Sentimientos de la Nación son una meditación sobre las posibles rutas de futuro que surgen de una mirada atenta a los acontecimientos de aquel presente que hoy es nuestro pasado.
Ni en la época de Morelos ni en la actual este tipo de reflexiones prospectivas pretenden agotar toda la riqueza del ethos nacional y ni toda la riqueza del sueño social que se alberga en los corazones de las personas que integran el pueblo real.
Actualmente podemos ser testigos de esta aspiración a un nuevo orden social que está en ebullición globalmente, proponiendo nuevas rutas desde el orden económico, social, espiritual y el arte.
A Christian Felber, con su propuesta de la Economía del Bien Común, (años 2009) reconociendo la dignidad humana como fin primero de toda la economía, Arte Ambiental como uno de sus exponen Nils Udo (1937), que se inspira en la naturaleza e interviene con pequeñas instalaciones efímeras, que no impactan al medio; la Encíclica Laudato Si, del cuidado de la casa común del Papa Francisco (mayo del 2015), con la que llama a los fieles hacer una conversión ecológica, Arte Relacionar de Nicolás Bourriaud, (1965) nos explica este nuevo movimiento artístico, el arte sin objetos, que nace de la interrelación humana con expresiones también efímeras como preparar un platillo en una galería de arte y compartirlo. El doctor de historia del arte Dr. Pedro Celedón Bañados, del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, trabaja el reconocimiento de los habitantes de las ciudades, identificar al habitante que teorizo Heidegger y que nace en la reconstrucción de la Alemania después de la segunda guerra, para establecer un nuevo modelo de creación artística en la belleza efímera en el encuentro y reconocimiento del otro, con las dimensiones de la vida cotidiana que se construye . Así como institucionalmente está la Carta de la Tierra por la ONU, (año 2000), que ha llevado un proceso largo consensado, para establecerse como uno de los documentos más avanzado que ha escrito el hombre en la historia de la tierra.
Nosotros como agrupación ciudadana emergente, reconocemos este devenir social , y podemos identificarlo como preámbulo hacia la conciencia social real del bien común, que nos inspira para atrevernos a proponer nuestra propia agenda hacia el Bien Común y hacer este llamado y emplazamiento a la sociedad contemporánea, como ciudadanos emergentes del mundo.
Unámonos a escribir en este contexto las primeras líneas de las metas compartidas del Bien Común, que deseamos alcanzar, nos oponemos hacer ciudadanos de la estadística, no somos números a contentillo del sistema , en nuestro pecho palpita un corazón que anuncia el ahora como nuestro tiempo, y el llamado al bien común legítimo de todas las generaciones presentes y futuras, que quieren vivir y ser protagonista de nuevos cambios; el bien común no es una promesa de campaña, es un modelo de vida que está en marcha y cada día se hará más presente, te invitamos a aceptar este llamado y formes parte de él.
Para que nuestra nación pueda autocomprenderse adecuadamente requerimos de mirar en la estructura interna de la realidad, la presencia misteriosa pero igualmente real de Aquel que nos sostiene y nos invita a continuar luchando por un mundo más justo y más humano
Porque yo soy parte del bien común, la manifestación eterna de la vida; bien común para todos.