En un afán desesperado de revertir el hecho de que el día de hoy en el conocido club campestre Erándeni el nuevo consejo de administración que encabeza Gerardo Castro, tomó posesión legal de las instalaciones; los secuestradores encabezados por Gerardo Sánchez inventaron un problema vecinal para que la oficina de atención a víctimas arribara al lugar comandados por un elemento de apellido Paredes y de la una uniformada de nombre Araceli (no quisieron revelar más datos), lo cual causó extrañeza a los socios ya que en un fraccionamiento privado sin permiso y sin orden judicial no pueden entrar uniformados; menos aún de otro municipio pues dicha oficina de atención a víctimas es de la Policía de Morelia y el club con régimen de propiedad en condominio está en Tarimbaro, Michoacán. Así las cosas León Olea.

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