En la madrugada del 16 de septiembre del 1810, se registró el “Grito de Independencia”, atribuido al cura Miguel Hidalgo y Costilla, en la población de Dolores, ubicada en la intendencia de Guanajuato, hoy Dolores Hidalgo, Gto., con esta acción dió inicio el movimiento de Independencia; a una nueva etapa, en la que se deja atrás el yugo y el dominio de los españoles.
El 27 de septiembre de 1821 nace la República de México, durante un periodo de 100 años, el país se transformó bajo los diferentes gobiernos, liberales y conservadores, dónde el progreso fue enorme, pero dividiendo clases sociales en una muy marcada desigualdad, haciendo al pobre mas pobre cada día, viviendo en condiciones de pobreza extrema y siendo explotados por el sistema con jornadas de trabajo de hasta 22 horas, para solo recibir en las tiendas de raya un poco de frijol y un puñado de azúcar, dónde ademas eran lacerados, humillados; viviendo como esclavos en pleno siglo XX.
La situacion era insostenible para el “indio pata rajada”, por ello se inició La Revolución, se libran crueles batallas en los campos donde los muertos se dejaron de contar, el suelo mexicano fue testigo de ríos de sangre, de colgados, de fusilados y de escenas de madres, esposas e hijas, buscando entre pilas de muertos, a sus seres queridos; mujeres, hombres y niños participaron con un sólo propósito “VIVIR EN MEJORES CONDICIONES”.
En 1917 se pone fin a la revolución, y se logra la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la primera en el mundo con garantias sociales e individuales (hoy derechos humanos).
Inicia una nueva etapa para los mexicanos; pero no con los resultados que se esperaban, no con lo prometido, se inicia una etapa de vergüenza, de cinismo, de vale madrismos, y de una sociedad que desde entonces a permanecido aletargada, ciega, muda, durante años los gobiernos mantuvieron un perfil bajo, y hacian sus porquerías a la sombra de la ley.
Así nos podemos encontrar sexenios cómo el de Luis Echeverría, dónde sus cuñados los Zuno, al amparo de un gobierno que fue su cómplice, cambió la historia de México, y da inicio al narco, los Zuno en los municipios dónde se sembraba maíz, cambiaron el sembradió por amapola y cannabis, ellos habilitaban con insumos al campesino.
La carrera por el poder y el dinero hizo de México territorio de carteles; nos podemos asomar al México de los últimos 40 años, para darnos cuenta como los gobiernos no han tenido compromiso con el ciudadano común, su compromiso es únicamente con el narco, podemos ver gobiernos que emulam combatir al narco pero solo ayudan a un cartel en particular o podemos ver al gobierno del cinismo y de la desvergüenza, decir que los besa y los apachacha.
El gobierno de ayer mantenía un perfil bajo, el gobierno de hoy grita a los 4 vientos su compromiso con el narco.
Hoy México es testigo de crueles batallas pero no de la Revolución, si no de batallas campales entre carteles, disputándose un territorio que ya no es de los mexicanos, sino que es del narco.
Hoy México vive hechos históricos de vergüenza y cinismo; no Señores, no es de ahora, es de hace décadas dónde dejamos que los gobiernos permitieran al narco entrar a los pueblos y suplir las necesidades, abastecer con herramientas de trabajo; el narco hace de gobierno en algunas poblaciones, llevándole electricidad, agua potable y fuentes de trabajo, eso ha logrado que hoy día el narco se convierta en un asunto de permeabilidad, donde la sociedad con hambre más de tortillas que de justicia, ve al narco como su amigo, como su protector: “el narco me quita el hambre, el gobierno me quita el sueño”.
Las corporaciones de seguridad, hechas para evitar la delincuencia, están vendidas al servicio del narco.
Lo acontecido hace días en la región de Michoacán, dónde HIpolito Mora fue acribillado a mansalva, quemado vivo, lo cual misteriosamente se grabó, a escasos metros dónde habitualmente tienen su campamento las corporaciones de seguridad y justamente ese día, estaban en rondines o de asueto, es algo que debería de llenarnos de vergüenza, pero lamentablemente son hechos de todos los días, qué ya se normalizaron, como sociedad ya hasta nos da igual, mientras no sea de mi familia que el mundo rueda, si al gobierno de mierda le vale madre, a mí también, se escucha a los paisanos decir.
Hoy México vive como en tiempos de la Revolución, con los campos dónde los muertos son miles; decapitados, colgados, desmembrados se cuentan al por mayor.
Hoy vemos madres, esposas, hermanas e hijas por toda la República excavando fosas para encontrar a sus seres y darles cristiana sepultura, hoy vemos con ojos ramplones, todos los días desaparecidos, ejecutados.
Y el gobierno sin vergüenza y con el cinismo que siempre a la clase política los ha caracterizado, sale a decir que todo esta bien y que los van acusar con sus papás o sus abuelos.
Como si a la madre le importara, no te importa a ti gobierno que me representas, que no sabes de Bien Común.
Hoy somos la sociedad de la vergüenza, de la pasividad y regresamos a las tiendas de raya formados por un puñado de maíz y una “beca”.
No Señores, ya no estamos con el yugo de los españoles, estamos con el yugo de un gobierno con hambre de poder y dinero, que solo ve en el suelo mexicano un buen negocio y que se reparten entre carteles, las ganancias.
¡A ver cuándo México despierta!