Las pasiones matan y destruyen, algo que nos caracteriza como latinos es justamente ser sentimentales y poco razonables. El día sábado diciocho de marzo, en el día del aniversário de la expropiación petrolera, cientos de Méxicanos se dieron cita para festejar este acontecimento, convocados por el Presidente de la República, o al menos esa fue la justificación.
¿Que pensaría el General Lázaro Cárdenas, viendo que hoy su lucha por la soberanía, es utilizada como estandarte para dividir, polarizar, denostar, mentir, calumniar, y todo a la sombra de una falsa democracia que hoy día corre riesgo de perderse?
Lo acontecido el día sábado no fue una concentración de voluntades, ¡no! Fue una concentración de acarreados, de tortas, de pase de lista, como en los viejos tiempos, una concentración haciendo uso de todos los recursos disponibles, tanto municipales, estatales como federales, presidentes municipales, gobernadores, diputados todos cumpliendo con su cuota, para rendir pleitesía a un hombre ávido de poder.
Utilizando una fecha tan endémica para México, se hizo la marcha de: “miren yo puedo más”, la marcha de no me ganan, soy mas popular, ¿se puede ser más popular que inclusive la DEMOCRACIA?
Se ven las imagenes y nos preguntamos: ¿qué pensaría el General Lázaro Cárdenas, ante lo ocurrido el sábado? un pueblo reunido y divido por el clasismo, el pueblo acarreado, parado durante horas ante las inclemencia del sol y al mismo tiempo los hijos del Presidente y toda la comitiva que lo adula como algo supremo, sentados divididos por mallas metálicas, “no somos iguales”, esperando se diera la hora para que el hombre saliera del Palacio, que habita, emulando una escena como en el siglo pasado cuando los vasallos rendian culto a un Rey.
El discurso plagado de lo mismo, más de otra mañanera, solo haciendo más de lo mismo, un discurso que nada tuvo que ver con la fecha, un discurso cargando de ódio, rencor y un discurso altamente preocupante “no vuelven los opositores, no regresan; Morena llegó para quedarse”; es preocupante saber sus intenciones de permanecer en el poder sin importar el cómo, aún por encima de la democracia, preocupante ver que un hombre con su esquizofrenia es causante de dormir a una sociedad, y de voltearla contra ellos mismos.
Lo acontecido el día sábado será recordado como la marcha de la vergüenza, ese día se presenció la quema de un mono, con la cara de la Presidenta de la Corte Suprema, Norma Piña, con evidente apología del delito, lo cual es un gran atentado contra la división de poderes, si como pueblo solo quieres ver lo que a tus ojos es conveniente, te convierte en cómplice y la historia se repite: una sociedad omisa y que le aplaude a un hombre por encima de una nación.
Cuando como individuos perdemos la cordura y nos fanatizamos, aún por encima de nuestros hijos y nietos, tenemos el gobierno que como pueblo nos merecemos.