Nuevamente me veo compelido a escribir unas líneas en relación a la grave situación que estamos enfrentando como operadores jurídicos en nuestro País.
Ahora resulta que ejercer una actividad profesional tanto dentro como fuera de los Tribunales, es motivo de oprobio y confrontación presidencial.
Primero, vituperios contra quienes defendemos causas legales, ahora también es motivo de reclamo el ejercer el derecho desde la Judicatura.
Me pregunto: ¿Qué sigue después? Si no ponemos un freno apropiado a este tipo de Intervencionismo de Estado.
Ahora, en lugar de acudir ante las instancias jurisdiccionales, como siempre se había hecho por parte de la autoridad, deciden “litigar” los asuntos legales políticamente.
Ya no es posible emitir una resolución dentro de un caso puesto en manos de la Justicia, sin que ello implique sospechas y reclamos presidenciales.
Parece increíble que, ante una clara evidencia de invasión de Poderes, la gente no se dé cuenta de la gravedad de estos hechos y algunos incluso ingenuamente los aplaudan.
*¿No se han dado cuenta que estamos a un paso de caer en la AUTOCRACIA?*

En donde el único que tiene la capacidad de tomar las decisiones más trascendentales para nuestro país sea el presidente.
No podemos permitir que esto suceda.
Si no actuamos en defensa de los derechos que como justiciables tenemos todos los mexicanos, estaremos abriendo paso a la intolerancia, testarudez y cumplimiento de caprichos.
No es posible que esto suceda en nuestro País.
Ha sido precisamente el Poder Judicial, el único bastión que ha resistido estoicamente los embates del Ejecutivo Federal.
Pero es claro que el Ejecutivo Federal, cada vez está menos dispuesto a aceptar que alguien le “corrija la plana”.
Porque piensa el presidente que sólo él tiene la razón y nadie puede ni debe contradecirlo.
¿Que sigue después?
Estamos ante una inminente amenaza de censurar las redes sociales.
Ya se busca también censurar a los comunicadores.
Hay que tener en cuenta que, si permitimos que esto siga sucediendo, no tardaremos en ser parte de este tipo de censuras, que no pararán ahí, sino que podrían desembocar en la afectación de nuestras libertades, familia, posesiones, bienes.
Es tiempo de pronunciarnos de manera clara y contundente contra estos atropellos.
Y tenemos una oportunidad histórica para hacerlo: ¡No lo olvides! *¡El 6 de junio de 2021 se aproxima!*
Ahí podremos hacer patente nuestra inconformidad con estos atropellos.
*¡Despierta México antes que sea demasiado tarde!*

Un mexicano preocupado.