He escuchado en innumerables ocasiones y conforme la contienda electoral avanza, decir a la gente: “lástima de candidatos”.
Sin embargo, hasta ahora nadie se ha planteado seriamente, el perfil que debería tener el candidato.
Por ello, es que considero oportuna esta reflexión.
Si hoy tuvieras oportunidad de elegir a un candidato con las características que te gustaría tuviese para Gobernar a México, ¿cuáles serían éstas?
1. Experiencia. Esto es un punto que fue incluso objeto de debate entre los candidatos existentes; unos descalificando a otros. Pero, ¿qué da la experiencia? ¿Los años? ¿El desempeño de cargos públicos? ¿La honestidad?…
2. Compromiso. ¿Hasta qué punto es suficiente esto para lograr un cambio en nuestro País? Lo cierto es que el trabajo no es sólo del candidato, lo es de todos como mexicanos, si auténticamente queremos generar un cambio en nuestro País.
3. Honestidad. ¿Cómo puede pedir honestidad quien ha propiciado la propia deshonestidad con actos indebidos como robarse la luz, o aprovecharse de alguien que se descuida, o tratar de sacar ventaja de una situación determinada?, revisemos nuestras vidas personales, y veamos si realmente somos merecedores del tipo de candidatos que hemos elegido para que nos gobiernen…
4. Visión geopolítica. Elemento sumamente importante para poder hacer crecer a nuestro País, considerando que no estamos aislados, y debemos converger en ideas y proyectos con otras Naciones.
Y así podríamos seguir enumerando un fin de cualidades deseables en los aspirantes a ocupar la silla presidencial.
Pero antes de hacerlo, debemos necesariamente realizar un análisis de qué nos ha llevado a estar inclinando la balanza por uno u otro candidato y, sobre todo, porque ninguno es de nuestra total convicción.
Creemos que existe uno que va contra todo lo existente en política hasta este momento.
Creemos que hay otro que representa todo lo que no queremos de la política.
Y creemos que hay otro que no representa ninguna corriente política.
Finalmente, uno más que se piensa que por su juventud y posición económica, solamente verá por los intereses de los más acomodados.
Pero realmente, no hemos cobrado conciencia sobre nuestra auténtica necesidad como Nación.
Lo cierto es que lo que, en mi humilde opinión, todos desearíamos que la persona que llegue a ocupar esta posición política de gobierno, fuese alguien que al menos lograse recuperar nuestra economía de donde estamos hacia arriba y no al revés.
Pero tal parece que, en nuestro hartazgo de la falta de solución de las problemáticas que estamos atravesando, hemos olvidado considerar que la solución no vendrá de quien nos gobierne, sino de nosotros mismos como gobernados.
Olvidamos considerar que el tema de corrupción que tanto ha medrado a nuestra Sociedad, es un problema de conducta que no solamente ha imperado en nuestros gobernantes, sino en nosotros mismos, como Sociedad, ante la evidente confusión de valores en que estamos incurriendo: pensando que es más importante la fama y el poder que la honestidad y el respeto a nuestros semejantes, por citar sólo algunos de estos valiosos elementos.
Por lo que volvemos a la pregunta original:

¿Qué tipo de candidato queremos?
1. Uno que representa el anhelado cambio de nuestra Sociedad, que solamente parte de promesas y buenas intenciones.
2. Otro que maneja la bandera de la experiencia y la honestidad, pero que ha pertenecido al régimen del cual la Sociedad no quiere saber nada.
3. Otro que no detenta una filiación partidista, y que en su Gobierno no ha logrado cambios de mayor importancia.
4. O, alguien que con jovialidad busca nuevas alternativas de crecimiento para nuestro País, pero le han puesto encima un halo de corrupción que hasta este momento no ha sido comprobada en forma alguna.
Está en nuestras manos como Sociedad, el decidir a quién habremos de elegir, pero no cabe que nos quejemos de lo que nosotros como Sociedad hemos sido los propios artífices.
Después no cabrá lamentarnos por el error en que pudimos haber incurrido.
Aún existe una alternativa si actuamos con inteligencia como Sociedad, que sería dividir el poder, de modo que ninguno de estos aspirantes, de llegar a ocupar esta posición política, tenga el control absoluto; lo que podemos hacer dividiendo nuestro voto, en aras de poder evitar caer en manos de un gobierno tiránico, que termine por aplastarnos como Sociedad e imponga sus propios intereses y beneficios, bajo un manto de supuesta ayuda a los más necesitados.
Lo cierto es que no debe romperse el equilibrio social, so pena de generar una Sociedad que lejos de crecer, tienda a disminuirse con el tiempo.
Y dentro de toda esta incertidumbre, algo es cierto: estamos en el umbral de una experiencia histórica para nuestra Nación. De tomar las decisiones adecuadas, dependerá el que tengamos un motivo de satisfacción, o un motivo de decepción.
Muy pronto lo sabremos.
Israel Ascencio Cadenas
Comisario Foro: Política y Sociedad