– San Mateo nos presenta como San Juan Bautista ante la duda que tenia de Cristo si era el mecías y tendría que esperar a otro, contesta:

– Díganle a Juan que los ciegos ven y los sordos oyen, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los muertos resucitan y los pobres son evangelizados.

– Estos requisitos los había puesto Juan y Cristo lo sabían, no fue una respuesta de “sí o no” y Juan prisionero por el rey Herodes Antípas en el la terrible prisión de “Maqueronte” y más tarde decapitado a pesar de la admiración de Herodes por San Juan.

– Esta duda venía de los mismos apóstoles y la siguen dudando los judíos porque después de ser esclavos de los egipcios de los babilónicos y ahora dominados por los romanos esperaban a un rey mesías con miles y miles de soldados que dominara al mundo entero y fuera rico e invencible, en cambio hablaba de dichosos los pobres y de poner la mejilla derecha si te golpearan la izquierda.

– Más tarde Cristo elogia a San Juan por su pobreza, valentía y sinceridad, ¿qué fueron a ver al desierto, un hombre lujosamente vestido? No, esos viven en los palacios.

– Es un profeta y el más grande entre los nacidos de mujer, el mensajero y sin embargo el más pequeño entre el reino de los cielos porque no le tocó ver la muerte y resurrección de Cristo.

– Todo esto nos dice Cristo contra lo que dijo Lutero, que solo se necesita la fe y no las obras y quitó 7 libros del antiguo testamento, entre ellos el libro del apóstol Santiago y quiso quitar al apóstol Judas Tadeo y San Juan se necesitan las obras.

– El camino al infierno está lleno de panes, buenas intenciones y promesas como las de los políticos como las promesas matrimoniales, reformas y proyectos de transformación pero son insuficientes hace falta planeación, estrategia y colaboración de los que estén involucrados en este proyecto.

– Cristo se legitimisó  ante los discípulos por las curaciones y milagros que hacía.

– El gobierno con su manejo de los impuestos, su poder militar y goza del mandato democrático tienen que entregar resultados favorables.

– Todos tendremos que entregar cuentas de los favores y dones que Dios nos da, inteligencia, vida, tiempo y su gran amor ¿Qué cuentas vamos a entregar?

– A la iglesia es decir, nosotros los sacerdotes y obispos nos falta parecernos a San Juan y a Cristo.

– Pobreza.- ¿Para qué carros lujosos? muchas casas ¿para qué negocios?, si el tiempo no alcanza para atender a la gente.

– Humildad.- Nada de que Dios me dijo que comprara un avión, una residencia, porque le hice un templo, eso déjenselo a los protestantes, somos esclavos y servidores.

– Curar enfermos.- La iglesia era dueña de más de la mitad de México y ahora le dejamos los hospitales al gobierno y no curamos a nadie.

– Yo me he dedicado aparte de la predicación a construir carreteras, que van a durar miles de años, templos de cantera, curar enfermos de diabetes y cáncer, incluso 6 resucitados.

– Ser amables, alegres y convivir con pobres y pecadores, es fundamental.

– La habló un joven muy feo a una mujer muy bonita.

– Te quiero hacer una pregunta: ¿Por qué me quieres? ¿Cuánto dinero tienes? Y ¿Dónde vives?