REFLEXION DOMINICAL DEL PADRE PISTOLAS

Domingo 23 de octubre de 2022

TEMA: PEDIR PERDON, NO PRESUMIR.

– San Lucas nos dice claramente que Cristo nos dijo esta parábola a propósito de algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás.

– La humanidad es la virtud más mencionada y la menos practicada como decía San Pablo: hay algunos que se enorgullecen de lo que deberían de avergonzarse, tener varias mujeres, emborracharse mucho, correr autos, por borrachera, robar sin ser descubiertos en la política, incluso de asesinar.

– Aunque algunos hayan sido en vida unos verdaderos desgraciados le ponen en las esquelas de Ezequías: fulano que está en el cielo…

– La humildad según Santa Teresa, consiste en la verdad y no en vivir en la miseria o ser unos inútiles.

– Conozco muchos millonarios que viven con bajo perfil, andan en una carcanchita, visten ropa corriente, no traen joyas y lo hacen inteligentemente para no ser secuestrados, otros por el contrario se visten estrafalariamente para presumir y son asesinados.

– El fariseo de la parábola usa mucho el yo, yo, yo, porque no fue al templo a pedir perdón sino a presumir una santidad que no tenía y en cambio el publicado se arrodilla, no se atreve a alzar la mirada y le dice a Dios: “apiádate de mí que soy un pecador y regresa a su casa perdonado de sus pecados”

– La gente más importante es muchas veces la más humilde, caritativa comprensiva y  menos criticona, los orgullosos, ricos o pobres, jóvenes o viejos inteligentes o ignorantes siempre son mal vistos y despreciados, en cambio los humildes y pacíficos son siempre aceptados, buscados y tienen siempre las puertas abiertas.

– Dios, como dice la lectura del Siracide, (hijo de Sira). 300 años antes de Cristo, siempre interviene en favor del pobre.

– Es muy importante la imagen que presentamos a los no cristianos de Dios, bondadosos y no verdugo que castiga implacablemente al pecador, pero también la imagen que presentamos de nosotros los cristianos, quien va a querer ser cristiano y nada más ve borrachos, ladrones, secuestradores, infieles, codiciosos, despiadados, etc.

– Con todos estos vicios más que revelado hemos velado la imagen de Cristo, no hay nadie inocente y debemos de tenerlo muy en cuenta.

– No podemos cantar alabanzas en el templo y ser despiadados fuera eso es una enfermedad del alma.

– El publicano no es perdonado, no por ser bueno si no porque no se abre a la misericordia de Dios.

– Un brasier para mi esposa por favor.

– ¿De qué tamaño?

– ¿De un melón, mamey, o huevo?

– De huevo pero frito.

– A ver señor enséñeme los suyos, para ver si son duros o caídos, dice la señorita.

Que Dios los bendiga