Morelia Michoacán, a 22 de marzo de 2018
Muy distinguido maestro Cuauhtémoc Trejo:
Me dirijo a usted para referirme al mensaje que me ha hecho llegar en relación con la nota aparecida en Laborissmo el pasado 6 de marzo, redactada por nuestro periodista Aldo Arturo Ibarra.
Le agradezco palabras que amablemente me dirige: “tuve el gusto de conocerlo y no creo que sólo quiera escribir para dañar”… Me comprometen en el más positivo sentido, pues en efecto no escribimos con propósitos destructivos, aunque sí ejercemos el periodismo con un rigor que, entendemos, puede resultar incómodo.
Me dice usted también: “conozco amigos suyos y son personas de honor, por eso me resulta inexplicable un periodismo sin fundamentos reales”. Y eso me compromete doblemente.
Debo decir al respecto lo siguiente. Aunque usted me hace llegar información positiva sobre el Conservatorio, no me refiere respuesta alguna a los temas aparecidos en la nota de referencia. Por ello le propongo lo siguiente: tenga a bien hacerme llegar evidencias de que hay errores en nuestra nota, y me comprometo a publicarlas por esta misma vía. Por ejemplo, el título y cédula profesional de la psicóloga, o las evidencias de que fuese mentira que la institución les adeuda importantes sumas a los maestros y empleados, o que todos los sindicalizados que pagan están dados de alta, o cualquier otro de los puntos que usted considere debo corregir a partir de las evidencias correspondientes.
Debo decir también que he recibido información en el sentido de que se busca hacer responsable al Dr. Luis Jaime Cortez, de quien soy representante legal, por el contenido de la nota, pero la verdad es que él carece por completo de acceso a la información presentada. La nota es resultado de un trabajo periodístico serio, y apelo al legítimo derecho de no revelar nuestras fuentes, así como no puedo tampoco revelar quiénes son mis representados legales sin que ellos mismos lo autoricen o soliciten.
El problema, coincidimos en eso, es un asunto de establecimiento de la verdad. Y al respecto hemos sabido también que a raíz de la citada nota el conservatorio ha empezado a arreglar uno de los baños, por ejemplo. Esa es una buena manera de mostrar que la información presentada es correcta. Nos congratulamos de los beneficios que nuestro trabajo pueda generar.
Pero además, en el mensaje que me anexa del maestro Antonio Santoyo, se establece un argumento que nuevamente fortalece y da certeza a la nota de Laborissmo. En ella se dice, refiriéndose a la nueva escuela que encabeza mi representado: “sus grupos ya están a medio llenar y dudo que puedan recibir siquiera a todos los indignados”.
Es decir, según el señor Secretario de Organización del Sutracon, el maestro Santoyo, son tantas las mamás y papás indignados del conservatorio, que no sería posible que cupieran en la nueva escuela. Los indignados que no encuentren lugar… ¿se quedarán en el conservatorio a pesar de la indignación, puesto que no alcanzaron lugar en la nueva escuela, o procederán a cambiarse a cualquiera de las muchas escuelas que ofrecen educación de nivel básico en Morelia? La idea de que existe un muy numeroso grupo de papás indignados lo han reiterado, pues, ustedes mismos. Con lo cual agregan certezas al trabajo de Laborissmo.
Por último, le propongo una entrevista para hablar del tema de las negociaciones del Contrato Colectivo entre el Conservatorio y el Sutracon, que según nuestras fuentes usted conduce desde hace varias semanas, como corresponde a tiempos legales.
Reciba un cordial saludo. Atentamente…
Lic. Arturo Ismaél Ibarra Dávalos