EL AUMENTO DEL 13% AL SALARIO MÍNIMO NO ES LO QUE PARECE: POR QUÉ PUEDE SALIR MÁS CARO DE LO QUE IMAGINAS

Se anunció oficialmente: el salario mínimo subirá 13% en 2026, de 278.80 a 315.04 pesos diarios. Sheinbaum lo presenta como “justicia social”. Los números cuentan otra historia.

La inflación va a golpear fuerte. Banamex proyecta que en el primer trimestre de 2026 la inflación podría rebotar hasta 4.5%. Los servicios ya andan arriba del 4.2%. Y eso no es todo: el nuevo IEPS que aprobaron (refrescos, tabaco, videojuegos) sumará otros 41 puntos base a la inflación. Te dan más salario, pero todo se encarece al mismo tiempo.

Las PyMEs no aguantan otro golpe. El 95% de los negocios en México son micro, pequeñas y medianas empresas que apenas sobreviven.

Especialistas advierten: entre 2018 y 2025, el salario medio de cotización subió 76.7%, mientras la inflación fue del 39.8%. Las PyMEs ya no tienen margen para absorber más aumentos. El resultado: despidos y más informalidad.

Y hablando de informalidad: ya rebasó el 55.4% en el tercer trimestre de 2025, su nivel más alto en 3 años. Eso son 33 millones de personas trabajando sin prestaciones, sin seguridad social, sin nada. Este aumento beneficia a 8.5 millones de trabajadores formales… pero castiga a más de 30 millones de informales que pagarán el ajuste en precios más altos.

Te dan con una mano y te quitan con la otra. El ISR se queda con una parte del aumento. El IEPS vuelve a subir en 2026. El cuento de “más dinero en la bolsa” dura lo que tarda en llegar el siguiente recibo de luz, la despensa, el gas.

México está creciendo al 0.3%-1% en 2025. El FMI, Banxico y la OCDE coinciden: la economía está prácticamente estancada. Subir el salario por decreto en un país que no crece no es progreso. Es populismo electoral en año de elecciones.

México pierde competitividad. La brecha entre salario y productividad se está abriendo. El país se encarece sin crecer. Así no compite ninguna economía. Chile y Colombia avanzan con reformas estructurales; México apuesta a decretos y “buenas intenciones”.

Lo que México necesita: productividad, inversión privada, certidumbre jurídica, Estado de derecho. No otro experimento que termine vaciando la cartera de todos mientras el gobierno presume cifras en la mañanera.

#Laborissmo