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Centro Histórico 391
Crescencio Cárdenas Ayllón
–Tutorías, muestra de la simulación y la farsa de la reforma educativa
–El pueblo venezolano lucha por lograr las libertades cortadas
–A erradicar analfabetismo llama la Comisión Nacional de Derechos Humanos
Perdón amigos lectores que comparta, por la importancia que reviste, el siguiente mensaje enviado por una lectora mexicana que vive en Venewzuela.
“Estimado amigo Crescencio Cárdenas, recibimos a través de mi persona, los saludos para el GRAN PUEBLO VENEZOLANO, que está librando una de las batallas más cruentas en su historia por recuperar la Democracia”. Tengo que traducir lo que es “rajarse” porque ese término no existe en el léxico criollo. No obstante, entiendo tu gentil gesto de motivación en el sentido de “estamos resteados”. (Es fácil decirlo: lo usamos en México como No fallar, No echarse para atrás y no acobardarse, con todo respeto)
“Es muy duro lo que se está viviendo en estas bellas tierras tropicales, donde el Sol baña el mar y la gente es cálida y gentil. Empero, hay sátrapas ocupando ilegítimamente las instituciones de Estado, y lamentablemente se ha roto el hilo constitucional. Esto aunado a la gravísima situación de escasez que ha orillado a la gente a buscar comida en la basura; hay represión por pensar diferente y por supuesto, se ha implementado en forma fáctica un Estado de excepción; es decir, se han suspendido algunas garantías como el libre tránsito y el ejercicio del periodismo objetivo, entre otras.
“Cuando usted quiera hablamos de estos 18 años del mal llamado socialismo del siglo 21, o de la denominada revolución bolivariana…. tanto en teoría política como en la práctica social y económica. Le reitero a usted mi más distinguida admiración y respetuoso cariño”.
Y bueno acá tenemos que profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) señalaron que el incumplimiento en la obligación de garantizar un tutor por cada maestro de nuevo ingreso es una muestra más de la simulación y el fracaso de la reforma educativa.
Después de que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) reveló que 50 por ciento de los profesores principiantes no contó con tutorías para su desempeño en el aula, maestros en servicio aseguraron en la mayor parte del país fue notorio que no existió ningún apoyo para quienes iniciaron su labor docente, pese a que se dieron nombramientos a quienes no son egresados normalistas.
Maestros de Sonora y de la Ciudad de México destacaron que el supuesto acompañamiento que la reforma educativa prometió a quienes obtuvieron una plaza como maestros no es más que una farsa.
CNDH pide erradicar el analfabetismo
Tras recordar que cifras oficiales señalan que cinco millones de mexicanos se encuentran en condición de analfabetismo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a las autoridades a erradicar esta situación, a fin de que todos los derechos de esas personas, incluyendo el de la educación, sean gozados.
En un pronunciamiento con motivo del Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, que se conmemora este domingo 23 de abril, el organismo nacional subrayó que impulsar el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura, forma parte de la obligación general del Estado de garantizar el derecho a la educación de todos los mexicanos.
Además consideró la necesidad de que sea garantizado a la sociedad el pleno acceso a la alfabetización y fomentar la lectura, actividades que resultan fundamentales para disfrutar de otros derechos y generar integración social, en igualdad de condiciones, puesto que el analfabetismo se ha considerado un obstáculo que restringe sensiblemente el goce y ejercicio de los derechos humanos, en especial del derecho a la educación.
Maestros conscientes de la educación
David Valenzuela, integrante del magisterio disidente de Sonora y de la dirección política de la CNTE, destacó que tampoco creemos que la reforma educativa apruebe la evaluación que le aplique el INEE y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, porque mucho de lo que estableció la propia autoridad educativa federal nunca se cumplió.
En Sonora, dijo, se recurrió a múltiples estrategias para asignar tutores, pero al final habilitaron al primero que se les ponía enfrente. En muchos casos se citó a un reducido número de profesores principiantes, se les aplicó un cuestionario y nada más. Fue un proceso de simulación.
La reforma educativa, afirmó José González Figueroa, fundador de la CNTE, está en la mente de los funcionarios, pero en la realidad muchas de sus acciones no aterrizan. La obligación de dar tutoría y apoyo a todo maestro de nuevo ingreso a la labor docente, es uno más de sus fracasos.
Agregó que educadores que ingresaron al magisterio tras la aprobación de la reforma educativa laboraron sin ningún apoyo. Sin embargo, al cumplir su primer año de servicio fueron convocados a una nueva evaluación de desempeño, aunque las condiciones en que realizaron su función no fueron las que les prometieron.
La Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) señala en su artículo 22 que a fin de fortalecer las capacidades, conocimiento y competencias del personal docente de nuevo ingreso, durante un periodo de dos años tendrá el acompañamiento de un tutor designado por la autoridad educativa o el organismo descentralizado, según corresponda.
González Figueroa, docente con más de 45 años de servicio, aseguró que no se cumplió con lo instaurado en la LGSPD. Hay maestros de nuevo ingreso que nunca han recibido una tutoría y fueron obligados a evaluarse nuevamente sin contar con ningún apoyo para mejorar su labor en el aula.
Para documentar el optimismo
Intervenciones en nuestro México por parte de EE.UU.
En un texto que llama la atención publicado por un diario capitalino se lee que el líder de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido a Estados Unidos abstenerse de intervenir en las elecciones presidenciales del 2018. Pero los autores señalan que si tenemos en cuenta el largo historial intervencionista de EU en los asuntos de México y el perfil de su actual Secretario del Interior, todo parece indicar que la petición de López Obrador caerá en saco roto. Entre otras cosas porque, el intervencionismo en nuestros asuntos internos, ha sido de larga data en la tumultuosa historia de las relaciones entre México y Estados Unidos.
Ahí tenemos el antecedente más remoto en 1848, cuando el entonces presidente de EU, James Polk intentó, en vano, aprovechar la humillante derrota de los ejércitos mexicanos para anexarse la totalidad de nuestro territorio con la complicidad de algunas de las familias más ricas de México.Para nuestra fortuna, el victorioso general Winfield Scott se negó a obedecer al presidente Polk durante el humillante proceso de capitulación en el que a México le fueron arrebatados 2 millones 400 mil kilómetros cuadrados de territorio lo que, en aquel entonces, eran los estados de Texas, Nuevo México y California.
Desde ese infame referente histórico, han sido muchos los embates injerencistas de EU.
Como también muchos los políticos mexicanos que han facilitado esta tarea. El viejo aserto de que un candidato presidencial en México “tiene que contar con el aval o la bendición de Washington” se convirtió en una suerte de pre requisito. En un factor a tener muy encuentra en esa complicada ecuación de la sucesión presidencial desde que el presidente Miguel Alemán (1946-1952) se convirtió en uno de los primeros en tantear los límites externos del poder presidencial ante Estados Unidos.
Aunque la lucha por la sucesión presidencial tendría que dirimirse en las urnas, lo cierto es que la batalla por las riendas de la nación también se libra de forma oficiosa en los círculos del poder de Washington. ¿Quién no recuerda la “campaña negra” orquestada por el gobierno de Felipe Calderón hacia fines de 2011, cuando acusó al PRI de tener alianzas inconfesas con los carteles de la droga?
“Hay muchos en el PRI que piensan que los arreglos del pasado (con el crimen organizado) podrían funcionar ahora. Yo no veo como pueda lograrse un acuerdo, pero es una mentalidad que muchos de ellos tienen. Y si esa opinión prevalece me preocuparía”, aseguró en aquel entonces el presidente de México durante una oportunísima entrevista con el consejo editorial del diario The New York Times, en un intento por vacunar a la opinión pública y al poder político de Estados Unidos contra el eventual retorno del PRI.
Aunque los intentos de Calderón surtieron el efecto esperado entre algunos de los halcones del partido republicano, como el senador John McCain, desde el Departamento de Estado consideraron que el entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, “se merecía una oportunidad para demostrar que el PRI de los Dinosaurios había cambiado”.
Hoy resulta evidente que los “expertos” del Departamento de Estado se equivocaron en todo.
Lo mismo que las autoridades del FMI que le creyeron las supuestas bondades de sus reformas estructurales y aquella promesa de que haría crecer a México al 7%.
Pero si el gobierno de Calderón se empleó a fondo para evitar a toda costa la victoria del PRI, no es menos cierto que el equipo de Enrique Peña Nieto hizo todo lo posible para contrarrestar esta campaña de desinformación gracias a la colaboración de entusiastas aliados en el Congreso de EU. Como el congresista demócrata por Texas, Henry Cuellar, quien se convirtió en su más vehemente defensor ante aquellos que le acusaban de ser el representante de un partido de inconfesas alianzas con los carteles de la droga que, además, suponía una vuelta al pasado.
Nunca como antes, las pasadas elecciones presidenciales en México se libraron en los pasillos del poder en Washington. De hecho, los aspirantes a la presidencia en 2012 hicieron de sus visitas a la capital de Estados Unidos una suerte de pasarela ante los miembros del Congreso, con algunos de los consejos editoriales de importantes medios de comunicación y ante los llamados grupos de expertos y mexicanólogos que viven de su supuesto “expertise” en los asuntos de México.
Por cierto, algunos de estos centros de pensamiento (Think Tanks), que sirven de escaparate a funcionarios gubernamentales y líderes políticos de distinto signo, reciben generosos fondos del gobierno mexicano. Por tanto, si alguien se ha encargado de invitar al poder político de EU en la dinámica de una sucesión presidencial en México, ha sido precisamente su clase política.
En este contexto, el general retirado, John Kelly, ha declarado recientemente que la administración del presidente Donald Trump tiene “un problema en México” ante la posible victoria de Andrés Manuel López Obrador en las presidenciales de 2018: “Si la elección en México fuera mañana, probablemente se obtendría a un antiestadunidense de ala izquierdista como presidente de México. Eso no puede ser bueno para Estados Unidos”, dijo Kelly durante una reciente audiencia ante el Senado.
El problema de estas declaraciones, que se ha apresurado a rechazar el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, es que han salido de la boca de quien ha sido el jefe del comando sur y uno de los más importantes aliados de las fuerzas armadas de México. Pero, además, uno de los más estrechos colaboradores de la CIA.
De ahí lo preocupante de un pronunciamiento que refleja, en buena medida, el pensamiento de la administración Trump y de un nutrido grupo de miembros del Congreso que comulgan con los intereses del movimiento conservador y, sobre todo, del poder corporativo que tiene mucho que perder en un país como México.
Por lo demás, todos estamos bien.
“Amanecerá y saldrá la verdad”
(CCA 23-04-2017)