Hoy 2 de junio, se realiza la votación más importante de la historia.
En un vistazo a diferentes lugares nos percatamos de que son copiosas las votaciones.
El pueblo debe decidir sobre el destino de la patria que es impostergable.
A los mexicanos nos debe preocupar sobremanera dos rasgos que definen a la Cuarta Transformación y su continuidad como una propuesta autoritaria.
El primero se refiere a la afirmación de que la Justicia está por encima de la Ley.
No se puede aceptar que lo justo sea definido al margen de la Ley por una persona que no se siente obligado a respetar la legalidad. Lo que es justo debe definirlo la propia Ley, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Congreso de la Unión modificando, en su caso, la Ley injusta y no el Ejecutivo Federal encargado de garantizar su aplicación.
Debemos defender, en consecuencia, el principio fundamental del Estado de Derecho: “mientras los individuos pueden hacer todo lo que no les está prohibido expresamente, el Gobierno y las autoridades deben de hacer únicamente lo que les está permitido, para lo cual deben motivar y fundamentar en la Ley todos sus actos”.
Nos debe preocupar los amagos sistemáticos a los otros poderes de la Unión y Organismos Constitucionalmente Autónomos, desde el Presidente de la República que no se asume como Jefe del Estado Mexicano, sino como una facción de éste.
El lunes estaremos cantando y celebrando la Victoria alcanzada que será por más de 10 puntos y con más del 70% de participación de los mexicanos en las urnas.
Les comparto un mensaje que leí en un chat y me conmovió:
“Si valió, sobre todo para la conciencia familiar, tengo 68 años, es posible, que emití mi último voto, lo hice teniendo presente a mi abuelo, que murió fusil en mano luchando en la Revolución Mexicana. Voté en su memoria, pensando en el desastroso presente, pero con confianza en el porvenir. ¡SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN!”