Los “azulitos” (también conocidos como “pitufos”) son una popular bebida alcohólica preparada en México, famosa por su característico y vibrante color azul.

Se han vuelto una tendencia, especialmente entre los jóvenes, por su sabor dulce y su presentación llamativa, a menudo servidos en vasos grandes decorados con gomitas y chamoy.

Comúnmente se usa vodka, aunque a veces se usa tequila o ron blanco.

Con Curaçao azul, también, que le da el color distintivo y un sabor cítrico a naranja amarga.

Se puede mezclar con refresco de lima-limón (tipo Sprite o 7Up) y, a menudo, una bebida energética azul (tipo Powerade o Boost).

El vaso se suele escarchar con chamoy y polvo de mora azul (chile en polvo, también conocido como “Miguelito”), y se decora con gomitas, como tiburones o cerezas en almíbar.

Aunque su origen exacto no está del todo claro, se popularizaron en los tianguis y bares de la Ciudad de México, especialmente en barrios como Tepito, y su fama creció a través de las redes sociales como TikTok. Su nombre hace referencia al color de los personajes de dibujos animados, Los Pitufos.

Diversas autoridades de salud en México, como el ISSSTE, han emitido advertencias sobre el consumo excesivo de “azulitos”.

Un litro de esta bebida puede contener una cantidad muy elevada de calorías y azúcar, lo que puede contribuir a problemas de salud como la obesidad y la diabetes.
Combinación con bebidas energéticas: Mezclar alcohol (un depresor del sistema nervioso) con bebidas energéticas (estimulantes) puede enmascarar los efectos del alcohol, aumentando el riesgo de intoxicación y posibles problemas cardiovasculares.

Se recomienda un consumo moderado y responsable de esta bebida, o bien optar por versiones sin alcohol que sustituyen el vodka y el curaçao por agua mineral o jarabes de frutas.

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