¿Sabías por qué decimos “hasta las manitas”?
No hay quien no se haya puesto “hasta las manitas”, en una cantina.
En sus inicios, el pulque se transportaba en recipientes hechos con piel de chivo o cerdo. El animal era cuidadosamente desollado para convertir su cuero en una especie de bolsa que servía para almacenar la bebida.
De ahí surge la expresión mexicana “Ponerse hasta las manitas”, ya que al preguntar cuánta cantidad quería el cliente, este respondía que lo llenaran “hasta las manitas”, es decir, hasta donde comenzaban las patas del cuero.
Considerado una de las bebidas más representativas de México, el pulque sigue vigente desde tiempos milenarios.
Su origen mítico cuenta que fue un obsequio de la diosa náhuatl Mayáhuel para los hombres, como un regalo de los dioses.
¿Tú ya te pusiste hasta las manitas con pulque? Cuéntanos dónde has probado el mejor.
Laborissmo seguirá informando…