El 16 de diciembre pasado se dijo en medios de comunicación, pagados por el ejecutivo, que el Gobierno del Estado apoyaría en el marco del respeto y autonomía la conformación del Sistema Estatal Anticorrupción, “con el que se tendrá una interlocución constante”.

Así lo manifestó el secretario de Gobierno, Adrián López Solís, quien sostuvo una reunión con los integrantes del Comité Ciudadano del Sistema Anticorrupción, de acercamiento y conocimiento de las actividades que desarrollarán, expresando que el Gobierno del Estado ha sido respetuoso de las determinaciones y nombramientos de los integrantes del nuevo órgano, y lo seguirá siendo en las designaciones de los espacios faltantes.

Sin embargo nos damos cuenta que la Subsecretaria de la Contraloría del Estado y panista, Laura González Martínez, encabezó el pasado 29 de enero una reunión en donde los contralores de los municipios eligieron a tres de ellos para formar parte del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción, utilizando su posesión para impulsar la carrera de su esposo, Alejandro Rojas Flores, y sea designado como Secretario técnico de dicho organismo.

La ex diputada, ligada al grupo de la familia Calderón, debió excusarse de la participación en este proceso, sin embargo no sólo encabezó y dirigió los trabajos sino que impulsó la designación de Rojas Flores.

La ley del sistema anticorrupción para el estado de Michoacán de Ocampo, publicada el pasado 17 de julio, es de orden público, interés social y observancia general de conformidad con lo previsto en la Constitución Política del Estado y tiene por objeto establecer los principios, bases generales y de procedimiento, para garantizar que los Órganos del Estado cuenten con un Sistema Estatal que prevenga, investigue y sancione las faltas administrativas, los actos y hechos de corrupción.

Y una funcionaria nombrada por el Gobernador del Estado Silvano Aureoles Conejo, de una dependencia que se encarga precisamente del quehacer honesto del servicio público y que según su portal en línea impulsa la campaña cero CORRUPCIÓN, con la finalidad de implementar prácticas de conductas honestas en los servidores públicos, sector privado, organizaciones no gubernamentales, medios de información y en la ciudadanía, hace este tipo de movimientos políticos, al estilo del más arcaico sistema de gobierno, ahora que precisamente se quiere poner a la vanguardia el estado que tanto necesita de honorabilidad y de prácticas sanas.

Es una verdadera lástima descubrir estas viciosas practicas, que nos hace dudar que los ciudadanos que con bombo y platillo fueron elegidos para integrar el comité de participación ciudadana, quienes rindieron protesta el pasado 20 de diciembre, para buscar cual lámpara de Diógenes a los mejores prospectos para encabezar precisamente la secretaría técnica de dicho organismo, tengan la estatura suficiente.

En fin, esperemos que no vaya a ser así

Laborissmo seguirá informando…