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Centro Histórico 374
Crescencio Cárdenas Ayllón
–¿Es realmente necesario cambiar la hora a la de verano?
–La paja en el ojo ajeno el reclamo del gobierno al peje
No cabe ya ninguna duda de la verdad del dicho “hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”, sobre todo si la aplicamos a lo sucedido en los últimos días y a propósito de un comentario del presidente del partido Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) Andrés Manuel López Obrador en Nueva York mismo que le fue revirado por el voz-cero de la presidencia y por el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pues exigieron seriamente que el tabasqueño acudiera ante autoridades competentes lo que dijo de reclamar culpabilidad del caso de los 43 estudiante de Ayotzinapa Guerrero y que aportara pruebas.
Cierto que así debería ser reclamar al expresidente municipal de Iguala o al exgobernador Ángel Aguirre o al presidente Peña Nieto, así como al ejército y a las policías que, según se dijo, fueron responsables del suceso que enlutó al país entero, pero se da el caso de que el peje solo dijo que no lo acusaran a él de los bochornosos hechos que marcó el incierto destino de estudiantes de esa normal guerrerense.
Pero lo cierto del dicho arriba mencionado es que ni el voz-cero presidencial ni el secretario de gobernación cayeron en la cuenta de que, en su caso, cada vez que se refieren a una oportunidad dar cifras alegres del combate a la inseguridad y al crimen organizado o que aseguran que bajan los índices de la delincuencia y de que ya controlan a los malosos y sobre todo a los cárteles de la droga, solo quedan en el discurso –tal y como ellos acusan a AMLO–, y nunca aportan pruebas reales y creíbles de sus aseveraciones, porque casualmente el día de dan a conocer esos temas surgen por varios estados del país manifestaciones de la violencia y la crueldad de los delincuentes que muestra ejecuciones sumarias cada vez más sanguinarias y crueles.
Y la mejor prueba de lo anterior es que el gobierno se aferra a vender su investigación, que nadie cree, y es la “verdad histórica” fraguada y publicada por ese procurador cansado, Jesús Murillo Karam, que insistió en defender lo indefendible y sin una pisca de credibilidad en su dicho y bueno precisamente hace dos días se dio lo siguiente que habla de la pertinaz postura oficial, la audiencia temática de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso Ayotzinapa concluyó con una defensa por parte del gobierno de la llamada “verdad histórica”, frente a las acusaciones de los padres de las víctimas de que el Estado mexicano ha mentido constantemente para no llegar a la verdad de lo ocurrido.
Montados en su macho ya nadie los baja del cuaco y en su óptica todos están equivocados menos los emisarios de Peña Nieto y todos los que ha colaborado en las investigaciones, incluidos los investigadores científicos que vinieron del extranjero dieron pistas diferentes al Murillazo y claro ni unos, los que dudan de su verdad y los otros que afirman que una adivinadora, como la famosa Paca, les dijo lo que ellos manejan como su única y soberana verdad.
Eso de que las cosas solo quedan en un discurso, acusación de Osorio Chong, pues sería bueno que revisara cuántas veces ha mentido a los mexicanos a través de sus discursos sobre la situación real de la violencia en nuestro país para que se dé cuenta de hasta donde pueden llegar los discursos que ocultan la verdad, porque mientras el engaña describiendo el paisaje los reos más peligrosos se le evaden del penal.
Y a propósito de tomadas de pelo ahí tiene que expertos aseguran eso puede ser el cambio de horario en nuestro país, porque el ahorro de energía no es tan real y es más un sueño guajiro obedeciendo dictados del exterior, como siempre ocurre, sin acercarse a la realidad.
Aunque parezca que todos se alegran, la reciente modificación en los relojes y la implementación del actual horario de verano no ha estado exenta de polémica. Como cada año, claro está. Implementado originalmente para aprovechar mucho más la luz solar, el cambio de hora semestral al parecer no arrojaría muchos beneficios en el ahorro de la energía ni en la productividad de las empresas.
Pero en fin, recuerden que aquí hemos dicho que nos hipnotizan con rehiletes, de esos que engañan a la vista al girar y esa es la pura verdad.
¿La hora de Verano una tomada de pelo?
De acuerdo con un reporte del portal Bloomberg, varios estudios han concluido que esta modificación en el organigrama total de un país no es más que “una reliquia inocua de la crisis energética de los años setenta del siglo XX”.
El cambio de horario se implantó inicialmente para ahorrar energía, pero los estudios sobre su eficacia son mixtos y han determinado que nuestro uso actual de aire acondicionado y calefacción termina anulando la energía ahorrada por no tener que usar luces eléctricas y, de hecho, puede conducir a un aumento del consumo de electricidad.
Malo para la salud Para colmo, algunas de estas investigaciones aseguran que el cambio de hora podría ser nocivo para la salud humana, además de generar cuantiosos gastos en instituciones, empresas e infraestructuras.
Los efectos perjudiciales en el ser humano de este tipo de cambios han sido mucho más visibles cuando llegan la primavera y el otoño, justo después de que se producen los cambios de hora.
Lo primero que ocurre es que se reduce en una hora el tiempo de sueño, un evento al parecer insignificante que en la realidad ha provocado accidentes de tránsito pero también cerebrovasculares y hasta ataques cardíacos en el margen de los tres días posteriores al cambio de hora del mes de marzo. Para Lawrence Jin y Nicolas Ziebarth, investigadores de la Universidad Cornell, “hasta los pequeños cambios en los patrones de sueño pueden afectar al capital humano de manera significativa”.
A favor Entre los que todavía defienden la imposición de un horario de verano se encuentran empresarios que ven en él un estímulo para el consumo, porque las personas son propensas a permanecer mucho más tiempo fuera de casa mientras haya luz, lo que generaría automáticamente mucho más gasto.
Sin embargo, según un análisis reciente llevado a cabo por el Instituto JPMorgan Chase con 380 millones de transacciones bancarias y de tarjetas de crédito, en una ciudad como Los Ángeles, por ejemplo, donde se realiza el cambio de horario con la llegada de la primavera, se produjo un aumento del gasto de la tarjeta de crédito por persona de apenas 1%, en comparación con la ciudad de Phoenix, en Arizona, donde no se ejecuta el horario de verano.
Lo peor es que ese mínimo beneficio queda anulado unos meses más tarde, cuando en noviembre vuelve a ajustarse la hora para el horario de invierno. En este periodo, se sabe que la población de Los Ángeles consume un 3,5% menos en los comercios minoristas locales.
Los estudios demuestran que, tras el cambio de hora de otoño, los compradores realizan muchos menos viajes a las tiendas, sobre todo durante esa primera semana.
Por último, los analistas apuntan que, con el auge de las nuevas tecnologías y la compra digital, la tendencia estaría en un incremento de las compras por internet -pero compras al fin-, cuando en noviembre el día con luz solar se hace mucho más corto y las personas no optan por visitar los establecimientos minoristas.
Por lo demás, todos estamos bien.
ctacamba@yahoo.com.mx
( CCA 17-03-2017)